¿La ansiedad te hace jalarte el cabello? Tricotilomanía: arrancarse el pelo como forma de alivio

Sujetar nuestra cabeza y cabello cuando el estrés por el trabajo, las situaciones familiares, la vida, nos invade, es algo común… pero qué pasa cuando no termina ahí. ¿La ansiedad te hace jalarte el cabello? Tricotilomanía: arrancarse el pelo como forma de alivio.

Cuántas veces no hemos dicho “¡Me voy a arrancar el pelo”!, cuando estamos en situaciones de estrés o cuando la ansiedad nos invade. Es una expresión tan común, como que te van a salir canas verdes, sin embargo, para algunas personas esto se convierte en una realidad y un problema mayor.

La tricotilomanía no es chiste, es una condición seria que provoca no sólo angustia, ansiedad y problemas a nivel emocional, también consecuencias físicas.

También te puede interesar: Cómo ayudar a tu pareja si sufre ansiedad (y evitar que la relación se quiebre)

¿Qué es la tricotilomanía?

La tricotilomanía, es la pérdida de cabello causada por las ganas de jalarlo y retorcerlo hasta que se desprende. Es catalogado como un trastorno de control impulsivo, por lo que los pacientes son incapaces de detener este comportamiento.

Aunque se desconoce la causa de exacta de este trastorno mental, especialistas de Mayo Clinic, explican que, al igual que ocurre cono otros trastornos, puede haber una combinación de factores genéticos y ambientales involucrados.

Asimismo, la genética, la edad (es más común durante la adolescencia), padecer otros trastornos, como depresión, ansiedad o trastorno obsesivo compulsivo, pueden influir en el riesgo de padecerla… y las situaciones estresantes pueden desencadenarla.

La Biblioteca Nacional de Medicina los Estados Unidos, explica que este trastorno puede afectar hasta el 4% de la población, teniendo las mujeres una probabilidad 4 veces mayor de padecerlo, además de que los síntomas generalmente comienzan antes de los 17 años, siendo común que ocurra antes o durante la adolescencia temprana, pero puede afectar de por vida.

Por último, al ser de naturaleza compulsiva, arrancarse el cabello suele responder a la necesidad de aliviar la incomodidad o ansiedad, lo cual puede dar lugar a una sensación placentera o de alivio.

También te puede interesar: 5 trucos para controlar la ansiedad que provoca el confinamiento

¿Cuáles son los síntomas de la tricotilomanía?

Las personas con tricotilomanía, se arrancan tanto el cabello del cuero cabelludo, como las cejas, pestañas o vello púbico, lo cual da como resultado huecos o parches redondos en el cuero cabelludo, sin embargo, no siempre es fácil de identificar, pues muchas veces buscan hacer todo lo posible por disfrazar esta pérdida de cabello.

En cuanto a los síntomas físicos, pueden encontrarse:

• Jalar, tirar o retorcer el cabello repetidamente
• Apariencia desigual del cabello
• Parches descubiertos o pérdida del cabello o varias zonas
• Cabello con textura de cerdas o un cabello más delgado en las zonas que vuelve a crecer
• Cejas o pestañas escasas
• Otros comportamientos de autoagresión
• Morder, masticar o comer el cabello arrancado, lo cual puede dar lugar a una obstrucción intestinal

Por otro lado, a nivel mental y emocional, si padeces tricotilomanía, es posible que presentes

• Tensión (cada vez mayor) antes de jalar tu cabello o si te resistes a hacerlo
• Alivio o placer después de jalarlo
• Patrones al jalarte el cabello o rituales que acompañan esta acción

Finalmente, es posible atravesar por momentos de angustia o problemas a nivel escolar o laboral, así como vergüenza y aislamiento de las actividades sociales derivado de arrancarse el cabello.

También te puede interesar: ¿Tu consumo de alcohol aumentó en la pandemia? Test para descubrir si sufres trastorno por consumo de alcohol

¿Cuáles son los riesgos de la tricotilomanía?

Si bien la consecuencia más evidente de la tricotilomanía es el daño a la piel y cabello, provocando no sólo un cabello más delgado, sino que su crecimiento se afecte de forma permanente u ocasione cicatrices e incluso infecciones en las áreas donde se arranca, no es la única.

Quienes además se comen el cabello que se arrancan, pueden provocar que se forme una bola de pelo en su tracto digestivo, dando lugar a la pérdida de peso, vómitos, obstrucción intestinal e incluso la muerte, cuando no se trata.

Por otro lado, están las repercusiones a nivel emocional y social. Las personas con este trastorno, además de vergüenza, pueden padecer baja autoestima, depresión, ansiedad e incluso recurrir al consumo de alcohol y drogas.

De igual modo, la vergüenza y sentimientos derivados de la pérdida de cabello, puede llevarlos a rechazar no sólo las actividades sociales, sino oportunidades laborales y relaciones románticas por miedo a ser descubiertos o juzgados.

¿Cuál es el tratamiento para la tricotilomanía?

En muchos casos, la tricotilomanía se considera un trastorno de por vida, sin embargo, el tratamiento puede ayudar a mejorar los episodios de jalar y arrancar el cabello, así como los sentimientos de depresión, ansiedad o percepción propia.

El tratamiento puede incluir terapia o una combinación de esta con medicamentos que ayuden no sólo a controlar o cambiar el hábito, sino identificar lo que te lleva a hacerlo, así como los trastornos que la acompañan. Para esto es importante un diagnóstico y, entre más temprano se detecte, será más fácil prevenir su evolución.

Eso sí, es importante entender que, al igual que ocurre con otros trastornos mentales, la tricotilomanía es compleja y no responde o se manifiesta igual en todas las personas.

Por ejemplo, especialistas de Mayo Clinic, explican que, si bien para muchos arrancarse el cabello los ayuda a lidiar con sentimientos negativos o incómodos, también puede generar satisfacción o alivio, por lo que lo usan como una forma de provocar sentimientos positivos.

Asimismo, hay quienes pueden arrancar su cabello de forma automática, es decir, sin darse cuenta de que lo hacen, pero otros lo hacen de forma focalizada, es decir, intencionalmente, esperando muchas veces a estar a solas.  

Si te sientes identificada con los síntomas o has notado que tiendes a jalar tu cabello o tienes espacios sin pelo en tu cabeza, no debes avergonzarte. No es un capricho ni algo que simplemente puedas dejar de hacer, busca ayuda para lidiar con este trastorno.

De igual modo, si es tu hijo o hija quien lo padece, regañarlo o avergonzarlo no ayuda a su condición. Acércate con el pediatra o un terapeuta para ver la forma de ayudarlo sin provocar una mayor ansiedad o angustia.

Ahora ya lo sabes, por mucho que el estrés nos invada, si este o la ansiedad te lleva no sólo a jalarte el cabello, sino arrancarlo, de forma literal, se trata de un problema que tiene nombre: tricotilomanía y es mejor buscar apoyo.

No olvides guardar este contenido en Pinterest.