¿Qué es el síndrome de Tourette? Señales de que tu hijo podría padecerlo, que no son groserías

El síndrome de Tourette, se caracteriza por tics o movimientos y sonidos involuntarios, que suelen aparecer en etapas tempranas de la vida. Conoce más sobre qué es el síndrome de Tourette y las señales de que tu hijo podría padecerlo, que no son groserías.

Existen enfermedades que son poco conocidas, sin embargo, han llegado a muchas personas a través de series o películas. El problema es que, muchas de ellas resaltan sólo algunos aspectos y no nos permiten ver o conocer la imagen completa o lo que hay detrás.

Tal es el caso del síndrome de Tourette que, si bien ha sido plasmada en diferentes producciones, el crecimiento y accesibilidad de las redes sociales, nos ha permitido conocer más sobre esta condición, la realidad de las personas que viven con él, aunque también ha sembrado la duda en algunas personas.

¿Qué es el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette, es un trastorno neurológico que se caracteriza por la presencia de tics. Los tics son movimientos repetitivos y sonidos vocales involuntarios. De acuerdo a los especialistas, los primeros síntomas suelen observarse a partir de la niñez, por lo que es importante tener en cuenta las señales de alerta.

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El Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Accidente Cerebrovascular de Estados Unidos, explica que es entre los 7 y 10 años cuando aparecen las primeras señales de este síndrome, siendo los varones quienes se ven afectados con una frecuencia entre 3 o 4 veces más que las mujeres.

Existen diferentes severidades, mientras muchos padecen la forma más severa de Tourette, otros pueden presentar síntomas más leves y menos complejos; asimismo, puede manifestarse como condición crónica con síntomas que se mantienen toda la vida, aunque la mayoría de quienes lo padecen presentan los síntomas más severos en los primeros años de adolescencia y van mejorando al crecer.

Lamentablemente se desconoce la causa, aunque investigaciones han revelado la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro, circuitos que interconectan esas regiones y los neurotransmisores que comunican a las células nerviosas.

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¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Tourette?

Los síntomas principales del síndrome de Tourette, son los tics, que suelen ser breves e intermitentes, pero pueden variar de leves a graves e incluso interferir con su vida diaria y comunicación.

De acuerdo a especialistas de Mayo Clinic, los tics se clasifican en:

* Simples: repentinos, breves y repetitivos que implican un número limitado de grupos musculares.

Si bien cada persona experimenta un espectro diverso. De este grupo, los más comunes, son: parpadeo de ojos, sacudir la cabeza, encoger los hombros, mover los ojos repentinamente, retorcer la nariz o hacer movimientos con la boca.

En cuanto a los tics vocales o sonidos, están: resoplar, toser, aclarar la garganta, ladrar.

* Complejos: son patrones de movimiento diferentes y coordinados que involucran varios grupos musculares.

Entre éstos se destacan: tocar u oler objetos, repetir movimientos observados, caminar siguiendo un patrón, hacer gestos obscenos, inclinarse o girar, saltar. A nivel vocal: repetir palabras o frases propias, repetir palabras o frases de otros, usar palabras vulgares, obscenas o insultos.

Expertos señalan que se puede experimentar una sensación incómoda, un impulso premonitorio antes de la aparición de los tics, generando alivio una vez que aparece el tic.

Según el INDNAC, los primeros síntomas tienden a aparecer en la cabeza y el cuello, para progresar hasta los músculos del tronco y extremidades, siendo los tics motores los que preceden a los vocales.

Es importante tener en cuenta que los tics varían en tipo, frecuencia y gravedad, pueden ocurrir durante el sueño, y empeoran en la adolescencia temprana, así como si se está enfermo, estresado, ansioso, cansado o emocionado. Sin embargo, cada paciente es diferente y no se puede juzgar con base a lo que se cree y conoce.

Si has notado que tu hijo realiza movimientos o sonidos involuntarios, es importante consultar al pediatra. No todos los tics son Tourette, pues en algunos niños pueden desaparecer después de unas semanas o meses, pero es importante descartar.

¿Todas las personas con síndrome de Tourette dicen groserías?

Este es una de las creencias más asociadas a este síndrome, pues es la que se plasma en series o películas, al considerarse “curioso”, sin embargo, no es una constante. De acuerdo a los especialistas, no ocurre en la mayoría de las personas.

El INDNAC explica que la coprolalia o usar lenguaje inapropiado de manera excesiva o descontrolada, afecta a 1 de cada 10 personas con Tourette, por lo cual debemos dejar de estigmatizarlo, pero, sobre todo, compararlo con una persona que utiliza ese lenguaje por voluntad propia. Quienes lo sufren, no lo pueden controla y suelen sentirse avergonzadas.

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¿Cuáles son las complicaciones y riesgos del síndrome de Tourette?

Es importante tener en cuenta que los tics son involuntarios; si bien algunas personas pueden reprimirlos o encubrirlos para minimizar su impacto, esto suele desencadenar un aumento de tensión, al punto de sentir que el tic debe expulsarse.

Por eso es que, una de las principales implicaciones de este síndrome, es que llega a interferir con el día a día de quienes lo padecen. Sin embargo, también tienen una expectativa de vida normal y pueden llevar vidas sanas y activas.

Asimismo, muchas personas con este diagnóstico experimentan otros problemas de neuro comportamiento, como falta de atención, hiperactividad e impulsividad y dificultades para la lectura, escritura y aritmética, así como síntomas obsesivo-compulsivos. Sin embargo, no disminuye su inteligencia.

Finalmente, pueden presentarse molestias o dolor relacionado con los tics, problemas con el manejo de la ira o trastornos de ansiedad o depresión.

Foto: iStock

¿Se puede curar el síndrome de Tourette?

Lamentablemente, hasta hoy no hay cura para el síndrome de Tourette, sin embargo, se puede tratar para controlas los tics; cuando estos no son tan graves, pueden no tratarse.

Dependiendo de cada caso particular, como parte del tratamiento se encuentran medicamentos que bloquean o disminuyen la dopamina, inyecciones de bótox en el músculo afectado, medicamentos contra el déficit de atención, inhibidores adrenérgicos centrales para controlar síntomas de la conducta, entre otros.

De igual modo, se pueden incluir algunos tipos de terapia, pero el apoyo, tanto familiar como a nivel escolar, es clave para que quienes lo padecen lleven una vida sin mayores factores estresantes.

Si bien no existe una prueba específica, es importante no dejarlo pasar, en especial si los tics se han vuelto más intensos. Acude con el pediatra o especialista.

Es necesario crear consciencia sobre este tipo de padecimientos, pues quienes viven con ellos pueden crecer con muchos estigmas que dificultan su vida, más allá de su propia enfermedad.

Conocer lo que hay detrás de ellos, no sólo nos ayuda a comprenderlos mejor, sino a tener claridad en caso de que nuestro hijo o familiar presente algún síntoma. Lejos de tabúes, es importante tratarlo para ayudarle a que no interfiera en su día a día.

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