A 40 años del VIH/SIDA: reflexiones, logros y un camino por recorrer

Fue el 5 de junio de 1981, cuando se dio el primer reporte de lo que años más tarde se identificaría como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). A 40 años del VIH/SIDA, debemos hacer una pausa para hablar de las reflexiones, logros y el camino que queda por recorrer.

Cuando los primeros casos de sida comenzaron a ocupar las portadas de los diarios, se hablaba de un “raro cáncer” que afectaba a los homosexuales. Hoy sabemos que el contagio del VIH va más allá de una preferencia sexual y no es más una condena de muerte.

En el especial de Salud180 sobre el VIH, hacemos una reflexión sobre el tema, de la mano del Dr. Javier Báez-Villaseñor Moreno, director médico asociado de virología en MSD y exfuncionario del el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Conasida).

VIH/sida: ¿la pandemia olvidada?

A 40 años de la aparición del VIH, algo es preocupante, señala el especialista, pues no ha crecido la consciencia, sino lo contrario, ha perdido peso e impacto, en parte, porque hoy no es una enfermedad mortal, sino controlable y crónico degenerativa.

Esto ha llevado a que sea llamada en algunos sectores la pandemia olvidada, además de conducir a factores negativos: hay más prácticas de riesgo y, a diferencia de otras enfermedades crónico degenerativas, va en aumento en la población joven.

El Dr. Báez-Villaseñor, subraya que antes las personas se cuidaban por miedo a morir o vivir con una mala calidad de vida, pero al obtener sobrevidas de 20, 30 o 40 años con buena calidad de vida, hay quien puede llegar a pensar que “si te infectas no pasa nada, te dan tratamiento, una pastilla al día y vives con buena calidad de vida”, sin analizar todo lo que implica.

Por lo tanto, es muy importante que como sociedad, pero especialmente los jóvenes, no nos acostumbremos ni quitemos peso al VIH/sida. Si bien en México, los pacientes tienen acceso a medicamentos de vanguardia, la mejor forma de tratar una enfermedad siempre será prevenirla.

En ese sentido, es clave no incurrir en prácticas de riesgo, como actividades sexuales riesgosas, inyectarse drogas, permitir que se te trasfunda sangre no probada, tener un trasplante de dudoso origen o ser una mujer embarazada que nunca se hizo la prueba.

Pero también, recordar que es posible contraer VIH y en un inicio no tener ninguna manifestación. De hecho, es ahí donde residen la mayor parte de las infecciones, al no saber que se está infectado.

Las tres vías de transmisión del VIH y sus avances en la prevención

Es indudable que queda un camino largo por recorrer en el combate de los mitos sobre el VIH. Uno de ellos, es su forma de contagio; debemos dejar la fobia hacia las personas que viven con este virus y entender que sólo existen 3 vías de transmisión: sexual, sanguínea y perinatal.

El Dr. Báez-Villaseñor, afirma que todas son prevenibles: “dos le tocan al gobierno y una a la sociedad”. Es decir, tanto la vía sanguínea (a través del control de sangre) como la perinatal, le corresponden al gobierno, mientras la sexual es una responsabilidad personal.

En los dos primeros casos, se mantiene un gran control, al grado que el porcentaje de transmisión por estas vías es de 1.1 y 1.6 por ciento, respectivamente, mientras que por vía sexual es del 96.1 por ciento.

Un ejemplo claro, es el control de sangre, muy eficiente en México. Esto se traduce en que, del 2000 hasta ahora, sólo ha habido 7 casos de transmisión por vía sanguínea.

En cuanto a la vía perinatal, en la administración del secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, se propuso que toda mujer embarazada que acepte el tratamiento, lo recibiría completo y gratuito para reducir la posibilidad de que su bebé nazca infectado, impactando de forma positiva.

Sin embargo, el reto más importante es la vía sexual. Para su prevención, el especialista apunta a tres estrategias principales entre las cuales elegir: abstinencia, fidelidad mutua con una pareja no infectada y uso de condón, el cual debe ser utilizado de forma rutinaria, instintiva y correctamente en cada relación sexual.

A esto se le suma el diagnóstico oportuno de otras enfermedades de transmisión sexual, porque ya que el VIH se comporta como tal, un paciente que ya tuvo alguna, tiene más riesgo de las otras.

Como el médico señala: “debemos luchar por que la conciencia no disminuya, porque si disminuye, lo que se ha ganado a lo largo de la epidemia en México, logrando llegar a un punto medio estable, se puede perder muy fácilmente”.

Una prueba negativa de VIH no es una invitación a bajar la guardia

Las pruebas de VIH son importantes, en especial después de una práctica de riesgo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunos aspectos, como el no realizarte la prueba un día después o a la semana siguiente, pues puedes tener un falso negativo.

Debes dejar pasar el tiempo necesario (alrededor de 3 meses). Asimismo, hacerte la prueba cada mes y continuar teniendo prácticas de riesgo, únicamente genera una falsa seguridad y, como el experto señala, se convierte en un “condón de papel”. Lo realmente importante es cambiar las prácticas de riesgo.

“Hay que estar vivo para la cura”

Hasta hoy, no existe una cura para el VIH, pero sí un tratamiento que permite el control de la enfermedad y una supervivencia de décadas. De acuerdo al especialista, el tratamiento es increíblemente efectivo, pero puede fallar por el mal apego.

Esto significa que seguir las indicaciones médicas es clave. Si bien puede ser difícil pensar en tomar un medicamento diario por el resto de la vida, el mejor apego posible, es lo que el paciente puede hacer para maximizar las posibilidades de éxito.

De no hacerlo, echa a perder los otros 3 factores que influyen en que el tratamiento ayude a un buen pronóstico: elegir un buen medicamento, recetado por un médico especialista en VIH y un abasto asegurado.

Actualmente sabemos que el correcto tratamiento ayuda al paciente a tener una carga viral indetectable y que, de esta forma, prácticamente sea imposible que transmita la infección.

En contraste, si hay mal apego, el tratamiento puede fallar, provocando que necesite uno más complicado y costoso, que probablemente le dure menos y, a la larga, se quede sin opciones farmacéuticas.

En México han muerto 130 mil 655 pacientes en la epidemia del VIH, hasta 2019, según información del Sistema de Vigilancia Epidemiológica para el segundo trimestre de 2021. Ellos ya no pudieron estar para la cura, pero el resto debemos luchar por estar vivos cuando llegue y seguir cuidándonos como lo hemos hecho estos últimos 40 años.

Definitivamente, en 40 años se han logrado grandes avances, pero aún falta camino por recorrer frente al VIH. Los investigadores siguen trabajando en la vacuna y se mantiene viva la esperanza de una cura, pero no debemos olvidar hacer nuestra parte.

Como el Dr. Báez-Villaseñor apunta, el VIH “es un enemigo formidable, enemigo al que hay que tenerle mucho respeto, pero no es invencible, vamos a terminar ganándole esta partida.  Y si hacemos las cosas que tenemos que hacer todos, vamos a ganar esta batalla mucho más rápido de lo que estamos viendo ahorita”.

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