¿El VIH es mortal o crónico? La verdad detrás de este virus y su diferencia con el Sida

“Hay más poder en la verdad que en el miedo y el esconderse. La clave está en soltar los miedos… No todas las personas que viven con VIH van a enfermarse y morir”, señala Bradford McIntyre, un hombre gay de Canadá que vive con VIH desde 1984.

La visión de Bradford de un futuro mejor ha inspirado a muchas personas a ver la vida con VIH desde una perspectiva diferente, ya que asegura, este virus le cambió la vida pero ha sabido lidiar con ella.

A 38 años del hallazgo del VIH (20 de mayo de 1983), cuando un grupo de científicos publicó en la revista Science el descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), pareciera que nos seguimos enfrentando a un monstruo desconocido.

¿Sabes qué es el VIH? ¿Conoces la diferencia entre VIH y Sida? ¿Qué significa ser seropositivo? ,¿Cómo se transmite el VIH? En este especial de Salud180 sobre VIH despejaremos dudas sobre VIH de la mano de especialistas  y organismos internacionales, con la finalidad de que conozcas a detalle la enfermedad, derribemos juntos los mitos y estigmas que prevalecen hoy en día y despejaremos la duda: ¿El VIH es mortal o crónico?

Qué es el VIH

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) infecta las células del sistema inmunitario y las destruye o trastorna su funcionamiento, lo que ocasiona el deterioro progresivo de dicho sistema y provoca deficiencia inmunitaria. Se habla de inmunodeficiencia cuando el sistema inmunitario ya no puede cumplir su función de combatir las infecciones y otras enfermedades, describe la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En entrevista exclusiva para Salud180, Yessica Pérez González, médico internista e infectóloga del Hospital Ángeles Clínica Londres explica:

“El Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un virus que pertenece a la familia Retroviridae, es un retrovirus, el cual utiliza una enzima, una sustancia para poder replicar su material genético que tiene que pasar de una forma de ARN a ADN”.

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Qué es el Sida

El Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) representa las etapas más avanzadas de la infección por el VIH. Se define por la aparición de alguna de más de 20 infecciones oportunistas o cánceres vinculados con el VIH, destaca la OMS.

Diferencia entre VIH y Sida

“VIH se refiere a la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana sin que necesariamente se cuente con un estado de inmunosupresión (baja de defensas). Cuando hablamos de Sida es una enfermedad que es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, en el que se ya se encuentran las defensas bajas (los CD4) y por lo tanto los pacientes que están susceptibles a presentar infecciones por microorganismos que normalmente no producen infección a las personas”, aclara la experta Pérez González.

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Cómo se transmite la infección por el VIH

Información de la Organización Mundial de la Salud advierte que se puede transmitir por relaciones sexuales (vaginales, anales o bucales) sin protección con una persona infectada; por transfusión de sangre contaminada; y por compartir agujas, jeringas, material quirúrgico u otros objetos punzocortantes. También la madre puede transmitirle la infección al hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.

Qué significa ser Seropositivo

“Ser seropositivo significa que tienes infección por VIH, que eres portador del Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Sin embargo, no significa que tu estado de salud esté deteriorado, puede estar normal.

“Hasta que llega un punto en el que el virus haya tenido suficiente oportunidad de generar una baja de defensas y entonces se habla de una inmunosupresión o Síndrome de Inmunodeficiencia.”, destacó la especialista en infectología.

Cuánto tiempo tarda en aparecer el Sida en las personas infectadas con el VIH

El tiempo puede variar mucho de una persona a otra. Pero los expertos de la OMS dan este panorama:

1. Si no se da tratamiento, la mayoría de los infectados por el VIH presentan signos de enfermedad al cabo de 5 a 10 años, aunque el periodo puede ser más breve.
2. El tiempo que transcurre entre la infección por el VIH y el diagnóstico de sida puede variar entre 10 y 15 años, a veces más. 
3. El tratamiento con antirretrovirales ( fármacos anti-VIH) puede hacer más lenta la evolución porque evita la multiplicación del virus y  disminuye la cantidad de virus presente en la sangre del individuo infectado (la llamada “carga vírica”).

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El VIH es mortal o crónico

La OMS manifiesta que el VIH, continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, sin embargo, la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención oportunas, han convertido a esta enfermedad en un problema de salud crónico llevadero que permite a las personas que viven con el virus llevar una vida larga y saludable.

“El VIH es una infección que si la detectamos en etapa temprana o antes de que se genere una baja de defensas importante, se puede tratar, se puede controlar y no va a ser causa de muerte en el paciente.  Es potencialmente mortal, dependiendo del momento en el que se identifica y del momento en el que se inicia tratamiento”, recalca la infectóloga Pérez González.

El miedo a hacerse la prueba de VIH

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Si al hablar del VIH/ Sida lo ves como una enfermedad lejana o ajena a ti, no te confíes, TODOS estamos expuestos y en la opinión de la médica internista e infectóloga Yessica Pérez González, lo ideal sería hacérsela una vez al año.

“Es muy importante que las personas se realicen prueba de VIH incluso en ausencia de síntomas. Cuando la infección por VIH se identifica de forma muy temprana, se puede ofrecer tratamiento, se puede controlar la infección, el paciente no va a tener todos los problemas que están relacionados a la inmunodeficiencia como tal y el estilo de vida va a ser prácticamente la misma que si no tuviera la infección.

“Falta un poco de cultura, porque finalmente es un tabú.Se piensa que solamente las personas que tienen alto riesgo tienen que hacerse la prueba contra VIH, pero en realidad el factor de riesgo más importante para adquirir infección por VIH es tener vida sexual activa. Independientemente que se trate de una pareja sexual o múltiples parejas sexuales, todas las personas que tienen vida sexual activa deberían hacerse una prueba de VIH por lo menos una vez en su vida”, recomendó.

Pruebas de detección de VIH

Serología: la prueba ELISA es una de las más recomendadas y se realiza en un laboratorio. ¿En qué consiste? Se toma una muestra de sangre y se detectan anticuerpos contra el VIH y algunos componentes del virus que es la prueba que detecta Antígeno P24.

Pruebas rápidas

“Solo se necesita una gota de sangre del paciente y con eso basta para detectar anticuerpos totales en una persona que tiene la infección y que ya formó los anticuerpos y podemos tener una buena posibilidad arriba de 90% de detectar a personas infectadas, con una prueba que es muy sencilla”, indica la experta.

Los expertos de la OMS recomiendan a quienes hayan dado positivo en una primera prueba diagnóstica, realizar una nueva prueba, con el fin de descartar que los resultados sean incorrectos o se haya proporcionado una información equivocada.

En el caso de niños menores de 18 meses de edad, las pruebas serológicas no bastan para detectar la infección porque la madre transfiere de forma pasiva los anticuerpos contra el VIH al niño durante el embarazo y lactancia. Por eso, deben realizarse pruebas virológicas en el momento del nacimiento o a las seis semanas de edad. 

El impacto psicológico ante la confirmación de VIH

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“Cuando una persona se entera que tiene VIH el impacto emocional es muy grande. Puede hacerlo sentir amenazado, con una sentencia de muerte o que ya no tiene razón de vivir. 

“Los sentimientos de tristeza, angustia, frustración, culpabilidad y enojo son normales. Por eso recomiendo que, tras un diagnóstico positivo del virus, recurran a pedir apoyo psicológico. Así como es de necesario su tratamiento antirretroviral, también el acompañamiento con un especialista es necesario para afrontar la enfermedad.

“Se vale tener una red de apoyo (amigos o familiares) con los que puedan tener la confianza de recurrir en momentos, sin embargo, el tener la opinión de un experto, es clave en este proceso”,  sugirió Ana María Sánchez, psicóloga.

“Ya me voy a morir”

El doctor Pablo César Espinosa Larrañaga, de Servicios Médicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, relata que atendió a un joven que presentaba alteraciones y depresión después de enterarse que tenía VIH.

“Luego de platicar un rato con él, me dijo: ‘Ya me voy a morir’. Le pregunté por qué decía eso y me contó que se había hecho una prueba y había dado positivo, que tenía Sida”, recuerda. 

Entonces el médico le explicó que podía vivir con VIH, que es distinto a presentar el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). Le pidió hacerse una prueba confirmatoria -de Western Blot- para entonces valorar si requería canalizarlo a algún Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), a fin de realizarse más estudios y recibir tratamiento oportuno.

“Siempre les digo que regresen, que me informen qué es lo que está ocurriendo y si tienen alguna duda de cómo tomar los medicamentos o efectos de éstos, me busquen”, agrega quien también ha brindado apoyo en los Servicios de Orientación en Salud (SOS) de la Dirección General de Atención a la Salud de la UNAM.

El VIH en cifras

Datos de la OMS revelan que:

Cada semana, alrededor de 5,500 mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH en todo el mundo.

El riesgo de contraer el VIH es:

• 26 veces mayor entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
• 29 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas
• 30 veces mayor para los/las trabajadores/as sexuales
• 13 veces mayor para las personas transgénero

Una meta de ONUSIDA es que para 2025 el 90 por ciento de las personas portadoras del VIH sepan que están infectadas, y al menos el 90 por ciento tenga acceso a medicamentos antirretrovirales para que sus cargas virales sean indetectables; es decir, que no sea infecciosa.

Recuerda que más allá si el VIH es mortal o crónico, la prevención es clave para combatir este virus. No te confíes y hazte la prueba,  ¡puedes salvar tu vida!