Truco “muy efectivo” para cultivar jícama y mamey en tu casa, fácil y rápido

Uno de los pasos más importantes para tener un estilo de vida saludable, es tener una dieta rica en nutrientes. El problema es que los precios de la canasta básica llegan hasta los cielos y eso nos hace recurrir a alimentos menos saludables. Sin embargo, la solución está en crear tu propio huerto y así tener acceso a las delicias que nos brinda la naturaleza. Si quieres aprender a cultivar jícama o delicioso mamey, sigue estos consejos.

El mamey es delicioso y saludable

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Pertenece a la familia Sapotaceae, tiene forma ovoide, cáscara delgada de textura aspera de color café claro, su pulpa es de color naranja rojizo y su sabor es dulce. Un manjar, sin duda alguna. Es un fruto predilecto para los mexicanos y además de deleitar el paladar con él, también es usado en algunos productos de belleza.

El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo indica que este fruto se compone en 70 % de agua, por lo que es de gran ayuda para hidratar al organismo. Proporciona hierro, calcio, proteína, sodio, fibra, carbohidratos, vitamina A y C y potasio. El color de la pulpa se debe a su alto contenido de carotenoides, que funcionan a beneficio de la piel, previene la artritis y algunas enfermedades mentales que tienen relación con el envejecimiento. 

El mamey también contiene antioxidantes, epicatequina y propiedades antimicrobianas, que ayudan a regenerar el tejido muscular. Es bueno para la digestión y ayuda al buen funcionamiento cerebral.

¿Cómo cultivar mamey en casa?

Lo más importante para poder sembrar mamey en tu hogar, es que tengas un pixtle. Se le conoce así a la semilla de este fruto.

Proceso:

1. Una vez que tengas el o los huesos, limpialos bien y envuelvelos en una servilleta de papel húmeda. Coloca en un recipiente con tapa, en un sitio cálido de la casa. Cada tercer día asegúrate de que el papel se mantenga húmedo.

2. Pasado un mes, notarás que empieza a brotar la raíz. Una vez que esto pase, es momento de pasarla a una maceta. La maceta debe tener 75% de turba (carbón ligero y de aspecto terroso que sirve como abono) y 25 % de perlitas.

3. Asegúrate de que la planta se mantenga húmeda y con mucha luz, pues de eso depende la floración.

No te desesperes si no notas cambios en medio año o un poco más. En la página oficial del Gobierno de México se señala que desde que se siembra hasta que florea, pueden pasar 3 o 4 años. A partir de ese momento ya generará frutos. Luego de 15 años, puede producir hasta media tonelada de frutos. Los mejores meses para la cosecha son de enero a julio.

La jícama y tu salud

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Su nombre proviene del náhuatl “xicamatl” (raíz acuosa), pues se encuentra debajo de la tierra y el tubérculo forma la raíz. También se le conoce como nabo mexicano. Este tubérculo pertenece a la familia de las leguminosas Fabaceae, como habas, frijol, garbanzos, etc. Sin embargo, las vainas no se comen porque contienen una sustancia tóxica conocida como rotenona.

Es potente y tiene bajo contenido calórico. Aporta vitamina C, hierro, potasio, magnesio y calcio. Tiene alto contenido de carbohidratos, proteína, y en su mayor composición, agua. Contiene antioxidantes, ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre y es buena para la salud del corazón. Para comerla de manera segura, debes lavar la cáscara primero, eso ayuda a no contaminar la pulpa. Si quieres que se mantenga en buen estado, guárdala en un lugar frío y oscuro (no el refrigerador) y así podrá durar hasta 4 semanas sin ser cortada.

Lo que debes saber si quieres cultivar jícama

Esta planta debe estar en clima cálido y con mucho sol, por lo que debes colocarla en el sitio de tu casa que cubra estas características.

Qué necesitas:

° Espacio soleado.

° Crecerá como enredadera, así que adapta el lugar.

° Maceta con buen drenaje.

° Semillas o esquejes de jícama.

° Tierra con pH superior a 7, arcilla, arena y fertilizante.

Cómo hacerlo

- Es mejor si cultivar jícama en primavera o verano.

- Siembra en un día caluroso, haciendo un orificio bastante profundo en la tierra de la maceta. Mete 3 semillas y cubre con la tierra húmeda.

- Coloca la maceta en un lugar soleado.

- Riega de forma constante y fertiliza la tierra.

Ahora sí, puedes empezar a crear tu propio huerto.