Cómo lavar tus sábanas para que queden suaves, aunque sean nuevas
Por: Marisela Valencia Tapia
Por: Marisela Valencia Tapia
Sentir unas sábanas suaves y acogedoras cuando te metes a la cama después de un día de trabajo, es una sensación inigualable. El problema es que no siempre quedan tan delicadas y esponjosas. Aprende cómo lavar tus sábanas para que queden suaves… aunque sean nuevas.
Quizá soy de las pocas personas que, una de las cosas que más disfruta de viajar, son los hoteles. Entre muchas cosas, dormir en las camas gigantes, con sábanas suaves y almohadas esponjosas, está en mi top de favoritos de mis viajes.
Sí, podemos poner en duda muchas cosas, pero no me dejarás mentir en que la mayoría de los hoteles tienen el don de darle extra suavidad a las sábanas y edredones, algo que no siempre logramos en casa, en especial cuando son nuevas.
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Unas sábanas suaves no son sólo capricho, además ayudan a tener un sueño reparador, lógralo con estos consejos:
Este truco es increíble para lavar tus sábanas y dejarlas suavecitas, en especial cuando son nuevas. Lo mejor es que puede sustituir al detergente y suavizante, lo cual de paso resulta ecológico y más económico, además de blanquear tus sábanas blancas.
Puedes usarlo en la primera lavada y, de vez en cuando, si ya llevas tiempo con tus sábanas.
El bicarbonato, es un excelente quitamanchas y absorbe malos olores, además de que se le han atribuido poderes antibacterianos, aunque estos han sido analizados en relación a la salud bucal por la Universidad de Iowa.
Y si no quieres sustituir tu detergente, también puedes combinarlo con él. Sólo necesitas agregar ½ taza de bicarbonato por cada carga de 7 u 8 kg en el momento que pones el detergente y, a la hora del enjuague, verter ½ taza de vinagre.
La sal es un elemento importante en el mundo de los textiles. De acuerdo al Instituto de la Sal, en la fabricación de telas se usa para separar los contaminantes orgánicos de las fibras para hacer las telas, además de ayudar a absorber correctamente los colores al momento de la coloración.
De ahí que también la aprovechemos en el cuidado de nuestras prendas, en especial cuando deseamos evitar que se destiña, sin embargo, diversos sitios enfocados en el hogar, explican que puede ser un gran aliado para suavizar las sábanas duras, sobre todo en los primeros usos.
Sólo debes llenar con agua fría, una tina o cubeta donde quepan tus sábanas, agregar 1 puñado de sal gruesa, revolver y sumergir las sábanas. Deja reposar toda la noche y, al otro día, lava tus sábanas y déjalas secar.
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Foto: iStock
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Lavar las sábanas cuando recién las compramos, no sólo es cuestión de higiene y prevención para evitar encontrarnos con alguna sorpresa, sino que permite que estén más suaves al tender nuestra cama.
Existen 2 tipos de personas: las que lavan todas las prendas apenas llegan a su casa y quienes consideran que, por ser nueva, no es necesario, en especial si gana el deseo por estrenar. Si bien nuestros hábitos han cambiado y hoy es impensable usar o tocar algo sin lavarlo o desinfectarlo, es algo que debemos mantener.
En el caso de la ropa de cama, los fabricantes recomiendan lavarla antes de usarla por primera vez y, más que por higiene, por la confección del producto. Como al fabricarse, las fibras sufren diferentes procesos, ese mejor aplicar un lavado suave para eliminar las micropartículas propias de su confección.
Y claro, también ayuda a su suavidad. Después de todo, las sábanas pasan por diferentes procesos de confección y almacenamiento antes de llegar a nuestras manos, por lo cual no es raro que tengan una textura diferente a la real.
No olvides lavar tus sábanas cada semana, más que un tema de suavidad, es de higiene. En ellas puede haber células muertas de nuestra piel, ácaros e insectos que podemos no ver; evita problemas en tu salud y reacciones en tu piel.
Aplica estos consejos para lavar tus sábanas y que queden suaves, sin importar si son nuevas o viejitas. Pero también, recuerda seguir las recomendaciones del fabricante y renovarlas una vez que su calidad se vea comprometida.
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