¿Eres sexista?

El utilizar frases sexistas en contra de las demás personas, como forma de presión social o como burla de algún comportamiento o sentimiento, resulta ofensivo, un ejemplo de esto es la expresión: “No llores, pareces niña”. Prácticas como ésta,  cuando los roles sociales han cambiado,  debe  ser cada vez menos comunes para el bien de todos.

“Todos aquellos que utilizan este tipo de analogías entre géneros, son personas que crecieron bajo una educación que exalta actitudes machistas; es por eso que les cuesta comprender que los roles sociales se han modificado y ahora, los dos géneros desempeñan las mismas tareas. El problema es que este comportamiento ha sido arraigado durante varias generaciones; debido a que, en ocasiones, los padres confunden algunos valores con tal de mostrar a sus hijos que no deben ser débiles”, comenta el profesor en sociología Felipe Arredondo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

México es un país con una larga tradición de inequidad de género. Las frases ofensivas dentro de la educación que recibimos en casa, irónicamente, pueden ser dichas por la propia madre, quien hace que los hijos varones traten a sus hermanas como si fueran inferiores. Esto demuestra no sólo una forma de pensar limitada, sino ignorancia y falta de consideración hacia sus hijas, haciendo de todo esto una educación deficiente y carente de respeto por el otro.

Afortunadamente, cada día hay más personas que están en desacuerdo con esta ideología y han comenzado a promover la equidad de género, tratando de crear una conciencia cívica que deje atrás esa antigua forma de pensar que sólo daña a la sociedad y no le permite avanzar.

El profesor Arredondo comenta que la única manera de ir acabando con el sexismo es con una educación basada en el respeto por el otro, sea cual sea su forma de pensar, raza, credo y género. Siempre será la mejor forma de vivir en paz y tener un mejor entendimiento con los demás.

Los antiguos roles sociales han cambiado y con ello la mentalidad, es por esta razón que debemos evitar fomentar ideas que no contribuyan al respeto por la forma de pensar, actuar y sentir de los demás.

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