Usé enjuague bucal después de hacer ejercicio y esto me pasó

La semana pasada me di el susto de mi vida.

Todo empezó el lunes pasado después de hacer ejercicio. Hice mi rutina normal de cardio, me hidraté como de costumbre con mi botella de agua simple y al terminar, me lavé los dientes.

Después de esto que parecía tan normal me empecé a sentir súper débil y mareada, pero lo atribuí al hecho de que solo desayuné una barra de cereal.

El miércoles hice lo mismo, pero esta vez ya casi no lo cuento. Al terminar mi clase de spinning, me di un baño, me lavé los dientes y al salir del baño…dicen que me desmayé.

El personal del gimnasio donde acudo me ayudó a llevarme a la enfermería ya que me desvanecí y lo que los médicos me dijeron fue una información que quiero compartir.

Repasamos paso a paso qué fue lo que hice y los médicos llegaron a la conclusión de que usar enjuague bucal después de hacer ejercicio era pésimo para mi salud y la de cualquier persona, ¿por qué?

Los especialistas me explicaron que las bacterias en la boca reducen la presión arterial, pero al usar enjuagues bucales, este efecto es contraproducente.

Enjuague bucal vs ejercicio

Esta información la pude corroborar de acuerdo a un estudio hecho por la Universidad de Plymouth y publicado en la revista Free Radical Biology and Medicine. 

Los investigadores llevaron a cabo un experimento con 23 adultos sanos que corrían en una caminadora durante 30 minutos. Tras el ejercicio, se les pidió que inmediatamente se enjuagaran la boca con un enjuague bucal antibacteriano o con un placebo con sabor a menta. Luego repetirían la acción a los 30, 60 y 90 minutos.

Tras finalizar el seguimiento, dos horas después de la sesión de correr, el grupo del enjuague bucal no mostró signos de reducción de la presión arterial derivada del ejercicio, mientras que el grupo de placebo aún mostró una reducción significativa en comparación con sus valores previos al ejercicio.

Con este hallazgo se muestra que la actividad reductora de nitrato de las bacterias orales es un mecanismo clave para inducir la respuesta cardiovascular aguda al ejercicio durante el período de recuperación en individuos sanos.

Es decir, en esta investigación se comprueba que no todas las bacterias son necesariamente malas para nosotros y que la ingestión de productos como los enjuagues bucales que terminan con los microbios, puede obstaculizar importantes procesos biológicos necesarios para la buena salud. 

Ahora lo que aprendí con todo esto, de acuerdo a la recomendación de los expertos es que, después de terminar mi rutina de ejercicio consuma un dulce y lo mantenga debajo de mi lengua para mantener los niveles de glucosa en óptimas condiciones o de plano, comer una manzana o un plátano para que me den energía. 

Si tú como yo has tenido este tipo de malestares después de ejercitarte pero no te has enjuagado la boca, entonces lo mejor es que acudas con un especialista para que te valore y evites cualquier daño en tu salud a futuro.