Fatiga post-covid: una secuela frecuente que podría durar MESES tras la recuperación
Por: Marisela Valencia Tapia
Por: Marisela Valencia Tapia
Aunque al inicio de la pandemia la información se centraba en los síntomas y complicaciones de covid-19, a un año, se habla también de las secuelas de esta enfermedad, una de ellas, la fatiga. Especialistas explican que podría durar meses.
Hablar de covid-19 es referirnos a una enfermedad compleja de la cual los médicos e investigadores continúan aprendiendo. Si bien se trata de una infección principalmente respiratoria, se ha encontrado que afecta a muchos órganos a demás de los pulmones, provocando efectos a largo plazo.
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Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, explican que, si bien la mayoría de las personas con covid-19 se recuperan, otras pueden presentar síntomas que permanecen semanas o meses después de recuperarse.
La particularidad, es que esto no es exclusivo de pacientes que estuvieron hospitalizados. Se ha encontrado que, incluso quienes tuvieron una enfermedad leve, pueden presentar síntomas persistentes o tardíos.
Si bien aún se trabaja en profundizar en estos síntomas, identificar quiénes tienen más probabilidad de presentarlos y si desaparecen después de un tiempo, se ha informado que los que más comúnmente se presentan a largo plazo, son:
Asimismo, aunque con menos frecuencia, se ha reportado que pacientes presentan: “mente nublada”, depresión, dolor muscular, dolor de cabeza, fiebre intermitente y palpitaciones o latidos rápidos o muy fuertes.
Finalmente, aunque es menos común, también es posible que existan complicaciones graves a largo plazo en diferentes sistemas del organismo, como anomalías en la función pulmonar, inflamación del músculo cardíaco, lesión renal aguda, manifestaciones dermatológicas, entre otras.
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De acuerdo a un artículo del Brain Sciences, la fatiga es uno de los síntomas que persisten después de la fase aguda de la enfermedad, considerado también uno de los más debilitantes, pues implica una disminución del rendimiento físico y/o mental.
Al respecto, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, explica que existen diferentes razones que provocan la fatiga después de la infección por covid-19, entre ellas: una respuesta continua al virus, pese a que la infección haya mejorado y el efecto de una enfermedad grave, como en el caso de una neumonía, donde la fatiga puede durar hasta 6 meses.
La fatiga no es una secuela rara, de acuerdo a los especialistas, es muy común tras una infección viral, durando un promedio de 2 a 3 semanas. Sin embargo, en algunas personas puede permanecer meses.
En un artículo del sitio de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el académico Gustavo Torres, explicó que se trata de una respuesta normal del cuerpo a la lucha contra una infección viral como lo es covid-19, provocando alteraciones del sueño, inestabilidad al estar de pie, daños en la capacidad de concentración y memoria e incluso dolor de cabeza y muscular inexplicable.
En cuanto a la duración, en el mismo artículo, la Dra. Solagne Rivera, explica que, en promedio, en el 70 la población los síntomas de fatiga pueden persistir durante 3 a 4 semanas de haber tenido covid, disminuyendo a lo largo de las semanas.
Sin embargo, estudios europeos, han demostrado que, tras 2 meses, el 50 por ciento de los pacientes pueden continuar con fatiga, sin tener claro el perfil de los afectados, ya que se suele presentar independientemente de la gravedad de la infección o si el paciente requirió o no hospitalización.
Al respecto, los especialistas del Reino Unido, explican que existen factores que pueden emporar la fatiga y contribuir a que dure más, entre éstos se encuentran los bajos niveles de actividad física, una rutina diaria alterada, los patrones de sueño deficientes, el trabajo exigente, un bajo estado de ánimo, así como la ansiedad y depresión.
Los especialistas subrayan que lo más importante es reconocer que la fatiga es real y te está afectando; ser amable contigo mismo y no exigirte más de lo que puedes dar también es importante, así como explicar a quienes te rodean, incluyendo jefes y compañeros de trabajo, cómo repercute en tu vida diaria.
Por otro lado, existen cambios en tu estilo de vida que pueden ayudarte a lidiar con la fatiga:
Finalmente, si tu fatiga no mejora o empeora con el tiempo y no hay cambios en cómo te sientes después de 3 meses, no dudes en consultar a tu médico.
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Una confusión común es la de fatiga y somnolencia, sin embargo, no son lo mismo. La fatiga se caracteriza por una falta de energía y motivación, aunque en ocasiones puede acompañarse de apatía y somnolencia, es decir, una necesidad de dormir.
Si te sientes cansado, débil, con baja energía y una fuerte necesidad de descansar después de haberte recuperado de covid, es muy probable que se trate de una secuela. Sin embargo, es clave mantenerte pendiente de los síntomas y confirmar que no se acompañe de otros o empeore.
Hasta ahora se ha demostrado que el covid es una lucha que no termina tras haber pasado la fase aguda de la enfermedad. Si presentas síntomas después del periodo de recuperación establecido, compártelos con tu médico para buscar una solución y recuerda no bajar la guardia. Cuídate.
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