¿Por qué se enrojece tu rostro con el frío?

La cuperosis es una afección considerada como una de las enfermedades de la piel que comúnmente se confunde con la rosácea; sin embargo, de acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología, aparece no sólo en una mayor medida durante el invierno por el frío, sino que además representa una alteración vascular a considerar, por ello es importante aprender a prevenirla.

La cuperosis es una alteración de tipo vascular, especialmente de las vénulas y arteriolas; se localiza principalmente en las mejillas, barbilla y pómulos, además de que esta alteración es mucho más frecuente durante el invierno en mujeres de piel fina, pálida y sensible que se enrojece con facilidad, ya que se trata de una piel más transparente que con cuidados básicos se puede prevenir.

  Tips para cuidar la piel

La cuperosis es uno de los efectos secundarios más comunes del frío en nuestra piel, que se manifiesta como arañitas vasculares sobre todo en las mejillas, las cuales se pueden eliminar a través de terapias láser, pero pueden reaparecer si no se tienen los cuidados necesarios durante el invierno, por lo que es importante evitar:

1. Cambios bruscos de temperatura u otros factores que agravan la vasodilatación como un baño caliente o un plato picante (empeoran el enrojecimiento).
2. Exponerse a temperaturas frías sin cubrirse el rostro, así como a fuentes de calor como chimeneas, mantas térmicas o radiadores.
3. Uso de jabones agresivos, peeling químico o exfoliantes
4. Agua con mucho cloro o muy calcárea
5. Radiación solar y lámparas UVA
6. Estrés y agotamiento
7. Evitar el consumo de  alcohol, tabaco y sustancias excitantes, así como mantener una dieta rica en verduras y frutas.

Además de los anteriores consejos, los especialistas recomiendan que durante el invierno exista una hidratación, tener cuidado con el tipo de maquillaje y, para prevenir la cuperosis, abrigarse de manera adecuada durante las horas de más frío en el día.