¿Qué es la incontinencia intestinal? Causas y cómo reeducar tu esfínter

Cuando escuchamos sobre incontinencia, solemos asociarla a las gotas de orina que se escapan en personas mayores… pero no es la única. Te decimos qué es la incontinencia intestinal, causas y cómo reeducar tu esfínter.

La incontinencia urinaria es la pérdida de control de la vejiga y, en consecuencia, pérdida involuntaria de orina, un problema que suele asociarse al envejecimiento, aunque no es una consecuencia inevitable de este y es posible tanto prevenirla como tratarla.

Sin embargo, este problema también puede presentarse a nivel intestinal, siendo más frecuente en personas mayores de 65 años y mujeres, además de niños que tienen problemas para controlar su esfínter.

¿Qué es la incontinencia intestinal?

La incontinencia intestinal o incontinencia fecal, es la pérdida del control de las evacuaciones, lo que provoca que de forma inesperada salgan las heces. Este problema se manifiesta desde con gases seguidos de un escape de una pequeña cantidad de heces, hasta no poder controlar las deposiciones.

La diarrea intensa es un ejemplo, pues las heces son más sueltas, por lo que son más difíciles de retener. Es la causa más común de incontinencia fecal en personas que no están hospitalizadas o en hogares para personas mayores… mas no es la única.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explican que un problema en el recto, ano, músculos pélvicos o sistema nervioso, pueden provocarla, pues estos trabajan en conjunto para controlar una evacuación.

Por lo tanto, una debilidad o lesión en los músculos del suelo pélvico, ano o recto, también pueden derivar en ella, pues el ano no puede mantenerse cerrado. Algo similar ocurre con una lesión en los nervios que controlan estos músculos, dificultando el identificar cuándo debes ir al baño.

Las enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson o esclerosis múltiple; pérdida de elasticidad del recto; prolapso rectal; haber tenido un parto vaginal que causó lesiones en el esfínter anal, y el rectocele, son otras causas.

Incluso, el estreñimiento y la inactividad física pueden influir, como explican los National Institutes of Health. Por lo tanto, las personas que no son físicamente activas son más propensas a padecerla, lo mismo que los mayores de 65 años, quienes tienen problemas de salud crónicos, fuman o les extirparon la vesícula biliar.

¿Cómo sé si tengo incontinencia fecal?

Un escape inesperado de las heces por la incapacidad de controlarlas, refleja una incontinencia fecal. Sin embargo, esta puede ser temporal u ocasional, como ocurre cuando tenemos diarrea, pero también crónica o recurrente.

Si la necesidad de ir al baño es tan urgente y repentina que no llegas, hablamos de incontinencia de urgencia. En casos de personas que no se dan cuenta cuando les ocurre, es incontinencia pasiva.

Según especialistas, la presencia de manchas de heces o moco (que no sea flujo vaginal) en la ropa interior, también podría ser un síntoma de incontinencia intestinal. De igual modo, esta puede acompañarse de otros problemas, como estreñimiento, gases e hinchazón.

El tratamiento para esta condición, es clave, no solo por atender las causas, sino por las implicaciones que tiene, principalmente a nivel emocional.

La incontinencia fecal está asociada a la angustia emocional y social, llevando al aislamiento, pérdida de autoestima o depresión, además de repercutir en la calidad de vida y dejar de hacer actividades que antes disfrutaba.

Finalmente, no podemos dejar de lado el riesgo de presentar malestar o irritación en la piel alrededor del ano por estas “fugas”.

Foto: iStock

¿Se puede reeducar tu esfínter anal?

La reeducación del esfínter anal o reentrenamiento intestinal, consiste en intentar tener una deposición a ciertas horas del día. Tanto este como los ejercicios de Kegel, puede ayudar a solucionar la incontinencia fecal.

Para lograr el objetivo, se necesitan varios pasos, incluyendo los exámenes médicos que determinen la causa de la incontinencia. Asimismo, si se asocia al estreñimiento, los cambios en la dieta pueden ayudarte, incluyendo alimentos ricos en fibra y bebiendo de 2 a 3 litros de líquido al día (salvo contraindicación).

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, indica que es importante establecer una hora determinada para defecar cada día, tomando en cuenta tu horario diario. La recomendación es 20 a 40 minutos después de cada comida.

Al igual que las personas con incontinencia urinaria, los ejercicios de Kegel pueden beneficiarte, pues ayudan a fortalecer los músculos rectales y pélvicos, beneficiando el control intestinal.

Finalmente, tu médico podría indicarte el recurrir a la estimulación digital para ayudar a producir una defecación o a otras herramientas como la biorretroalimentación auditiva o visual para fortalecer el esfínter anal.

Otros tratamientos usados para la incontinencia intestinal, van desde medicamentos hasta otros procedimientos o cirugía. Por eso es importante no sentir vergüenza y platicar con tu médico si sufres de estos episodios, pues es posible encontrar una forma de ayudarte.

La incontinencia intestinal o fecal, es una condición que puede afectarnos a todos. Identificar sus causas, puede ayudar a tratarla. Asimismo, tratar el estreñimiento o la diarrea y evitar los esfuerzos al evacuar, puede ayudar a prevenirla o mejorarla.

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