¿Por qué huelen mal los gases? Causas y formas naturales de remediarlo

Todos producimos gas diariamente, pero en ocasiones, este no solo es excesivo, sino con un muy mal olor. La pregunta es ¿por qué huelen mal los gases? Conoce las causas y formas naturales de remediarlo.

El gas forma parte del proceso de digestión, por lo tanto, es normal eliminar el exceso a través de los eructos y flatulencias. De acuerdo a especialistas de Mayo Clinic, la mayoría expulsamos gases hasta 20 veces al día, por lo que rara vez indican un problema de salud.

Pero aunque sea algo normal y nos hayan dicho que no es sano aguantarse los gases, eso no quita que sea incómodo y vergonzoso cuando sentimos ganas de liberar una flatulencia en público. Pero todo empeora cuando el mal olor invade el lugar.

¿Por qué huelen mal los gases?

El gas entra al tracto digestivo, al tragar aire o cuando las bacterias del intestino grueso descomponen algunos alimentos sin digerir. Durante todo este proceso, se juntan diferentes gases, los que llevan al mal olor.  

De acuerdo a la Fundación Nemours, mientras el aire que ingerimos aporta nitrógeno y oxígeno, la descomposición de los alimentos producen hidrógeno, dióxido de carbono y metano. Cuando estos últimos se juntan con el sulfuro de hidrógeno y amoniaco, adquieren el mal olor.

Sin embargo, lo que comemos también influye. Como menciona el Dr. Juan Toral, citado en el sitio Redacción Médica, las bacterias que se utilizan para la digestión prefieren los alimentos ricos en azufre, con lo que crean metanotiol, un gas maloliente.

Entre las fuentes de azufre, se encuentran la cebolla, ajo, brócoli, coliflor, coles, espárragos, carne, huevo, queso y otros lácteos.

Por lo tanto, aunque no se puede eliminar completamente el olor, ya que los gases están presentes en nuestro organismo, reducir el consumo de estos productos y otros que aumentan la producción de gases, como la fibra y leguminosas, puede ayudar.

Lo mejor es introducirlos poco a poco y tener una alimentación equilibrada. Eso sí, el sitio especializado Tua Saúde, explica que en algunos casos, los gases fétidos pueden ser señal de otro problema, como los de tipo gastrointestinal.

Por ejemplo, el estreñimiento es una causa de gases con mal olor, lo mismo que la intolerancia a la lactosa y el síndrome del intestino irritable. De igual modo, algunos medicamentos pueden afectar la flora intestinal, lo que modifica las bacterias intestinales y aumenta el olor de los gases.

Por lo tanto, si tienes gases con mal olor que no se asocian a la alimentación, te causan molestias como dolor, inflamación abdominal, vómito, diarrea, pérdida de peso, heces fétidas, con sangre, o cualquier otro síntoma, acude a tu médico.

¿Cómo evitar el mal olor de los gases?

La mejor forma de evitar el mal olor de los gases, es atacando la causa. Si es la alimentación, reduce el consumo de los alimentos que lo provocan, evita las comidas muy abundantes, condimentadas o con exceso de grasa.

También es importante comer despacio y masticar correctamente; cocer bien la pasta y remojar las legumbres secas, además de consumirlas en puré, para mejorar su digestión. Por último, existen remedios naturales que nos ayudan a reducir los gases.

Té de jengibre

Hierve una taza de agua y agrega 4 rodajas de jengibre fresco; deja cocinar 5 minutos a fuego bajo y apaga. Bebe tibio después de cada comida.

Esta raíz se ha asociado con propiedades antiinflamatorias y digestivas, por lo que es una excelente forma de atacar las flatulencias.

Té de hinojo

Hierve un litro de agua y agrega 1 cucharada de semillas de hinojo. Mantén a fuego bajo 5 minutos, cuela y bebe tibio.

El hinojo también ayuda a reducir la inflamación abdominal y mejorar la digestión, lo que permite aliviar el dolor y molestias por gases.

Té de menta

Calienta una taza de agua y, cuando hierva, agrega de 5 a 6 hojas de menta; apaga, tapa y deja reposar unos minutos. Bebe caliente después de cada comida.

El mentol, presente en esta hierba, acelera el flujo de los jugos digestivos y activa la bilis, lo que combate los gases.

Definitivamente, los gases pueden ser incómodos e impertinentes, pero son parte de un proceso natural de nuestro cuerpo y, en general, no representan un problema mayor. Ahora que ya sabes por qué huelen mal, ataca las causas.

Solo no olvides que, si son excesivos, se acompañan de dolor u otros síntomas, es mejor acudir al médico para descartar otros problemas.

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