Cómo usar ajo para hacer fertilizante casero para tus plantas

Las plantitas transmiten tranquilidad y felicidad a quien las posee. Para que puedan lucir y decorar tu casa, es importante cuidar de ellas. Regarlas, protegerlas de las plagas y darles los nutrientes necesarios para que se mantengan hermosas siempre. Descubre cómo puede funcionar el ajo en tu jardín.

No ignores los cuidados específicos de tus plantas

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Una de las creencias más comunes es que mientras más agua le pongas a tu planta, evitará que ésta se muera. Sin embargo, tanto el exceso como la falta de agua pueden dañar a tus plantas. Lo mismo sucede cuando pasan demasiado tiempo expuestas al sol sin las condiciones necesarias, tal como señala el sitio de jardinería Ecología Verde. De la misma forma, sucederá algo similar si a tu planta le faltan los nutrientes adecuados y de no brindárselos, se secará y morirá.

Por qué usar ajo para las plantas

Especialistas de la Universidad Complutense de Madrid señalan que el ajo tiene micronutrientes, aminoácidos y vitaminas que aportan muchos beneficios al organismo. El Memorial Sloan Kettering Cancer Center recalca sus propiedades antioxidantes y antibióticas, por lo que es una gran opción ante los resfriados.

Entre los beneficios más importantes están:

• Reduce la presión arterial. El ajo dilata los vasos sanguíneos y eso mejora la circulación.
• Menor riesgo de cáncer. El National Cancer Institute señala que el consumo de ajo ayuda a disminuir el riesgo de cáncer de estómago, esófago, páncreas, colon y mama.

Cómo usar ajo para hacer fertilizante casero

El ajo tiene fósforo, potasio y yodo; elementos necesarios para que las plantas crezcan de forma correcta. Lo mejor es que además de nutrir tus plantas, evitará que las plagas se acerquen a tu jardín.

Qué debes hacer

• Recolecta las cáscaras de los ajos que uses en la cocina. Cuando hayas juntado varias, machácalas hasta que queden hechas polvo. **Si tienes ajos que ya se estén secando, también puedes molerlos con las cáscaras.
• Utiliza ese polvo en tus plantas. 
• Quita un poco de tierra de cada una de las plantas y vacía un poco de la molienda de ajo. (No te excedas en la cantidad, porque podría ser contraproducente para tus plantas). Una vez aplicado el ajo, cubre con la tierra que sacaste y listo. 
• Agrega un poco de agua.

Es mejor si lo aplicas por la tarde, para que se aprovechen al máximo los nutrientes.