Por qué no debes reutilizar un cubrebocas desechable, aunque le eches alcohol

El cubrebocas ya es un básico al salir de casa, para prevenir el contagio de coronavirus. Su importancia nos lleva a pensar que a veces es mejor cualquiera que nada, pero no siempre es así. Te decimos por qué no es buena idea reutilizar un cubrebocas desechable, aunque le eches alcohol.

Desde el inicio de la pandemia el uso de cubrebocas causó revuelo, pero también se volvió un elemento indispensable, tanto que comenzaron a venderse de diferentes tipos, desde los KN95 (originales y piratas), hasta los de tela e incluso válvula (que los científicos han señalado como poco efectivos) y, claro, los quirúrgicos y desechables.

Dada la necesidad de usarlo, en más de una ocasión nos hemos visto en la duda de si reutilizar un cubrebocas, “al fin se ve limpio” o “sólo lo usé un ratito”, algo no tan acertado. El problema crece cuando éste es desechable, sin importar si lo “desinfectamos”.

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¿Por qué no reutilizar los cubrebocas desechables?

Los cubrebocas desechables son eso, desechables, es decir, de un solo uso. Un día es el máximo que deberíamos usarlos, aunque la recomendación es cambiarlo cada 5 horas o cuando esté húmedo.

Han surgido diferentes rumores sobre si es buena idea desinfectarlos con vapor o aplicándoles alcohol, pero las diferentes instituciones de salud señalan que los cubrebocas desechables no se deben reutilizar, mucho menos lavar, pues perderían sus propiedades.

Y sí, a veces pareciera que los usamos muy poco tiempo o se ven limpios, sin embargo, un estudio publicado en la revista Physics of Fluids, nos da una razón para no reutilizar este tipo de mascarillas, pues considera que hacerlo podría ser peor que no usar ninguna protección.

De acuerdo a investigadores de la Universidad de Massachusetts Lowel y la Universidad Bautista de California, la vieja idea de que usar mascarilla, aunque sea usada, es mejor que nada, sólo aplica parcialmente, pues funciona para partículas de más de 5 micrómetros, no para aquellas finas de menos de 2,5 micrómetros.

En ese sentido, determinaron que un cubrebocas de filtración baja (menor al 30%) puede ser peor que salir sin él. En el caso de las mascarillas quirúrgicas de tres capas, pese a tener una efectividad de hasta el 65% nueva, baja hasta el 25% cuando es usada.

¿Y qué hay de las de alta eficiencia como la KN95? Si bien pueden esterilizarse para reutilizarse, con un tiempo máximo de 40 horas totales, el sitio UNAM Global, señala que esto debe ser, preferiblemente, con luz ultravioleta, y especialmente para uso del sector salud.

Lo que sí no recomiendan los especialistas, es rociarles alcohol, cloro o agua con jabón, ya que cualquier sustancia podría disminuir su capacidad de filtración.

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¿Qué puedo hacer para que mi cubrebocas desechable dure más?

En realidad, no mucho. El cubrebocas desechable está hecho para un solo uso, continuar usándolo después de un tiempo puede ponerte en riesgo, en estos casos, lo mejor que puedes hacer es optar por los de tela o materiales lavables.

Aunque, si usas KN95, los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social te dan una opción que podría ayudarte, pero únicamente si las usas de forma intermitente por un par de horas. Lo que debes hacer es meterla en una bolsa de papel, nunca plástico, y ponerla en una zona donde no haya humedad ni les caiga nada encima.

De esta forma podrías alargar su tiempo de vida de 48 a 72 horas. Sin embargo, si la usas durante más de 12 horas o 24 seguidas, mejor desecharla, lo mismo si se arruga o pierde sus características iniciales. Y, de nuevo, nada de alcohol.

Sobre los cubrebocas de tela o caseros, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, recomiendan que sean de al menos 2 capas de tela lavable que permita respirar. Al respecto, el académico de la Facultad de Química de la UNAM, Iván Puente Lee, sugiere usar toallas, camisetas de algodón, fundas de almohada y bufandas para elaborarlos.

Asimismo, señala que, mejor si son 3 capas: algodón, polipropileno y poliéster, siendo esta última la capa externa, que permitirá dar una protección impermeable, mientras que la de algodón, al ser interna, protegerá tu rostro y la otra será filtrante.

Estas sí pueden lavarse con agua, jabón e incluso un poco de cloro, lo cual las hace más fáciles de conservar y duraderas.

Finalmente, recuerda que es muy importante lavarte las manos antes y después de colocarte o retirarte el cubrebocas, hacerlo correctamente, no tocarlo mientras lo traes puesto y retirarlo por las cintas, sin tocar la parte delantera y desecharlo.  

En caso de ser de una persona enferma, lo mejor es colocar la basura como guantes, cubrebocas y pañuelos desechables en una bolsa cerrada herméticamente y separada del resto de los residuos.

Recuerda que las únicas personas que se excluyen del uso de cubrebocas, son los menores de 2 años, personas con problemas respiratorios o con alguna discapacidad que les impida quitarse la mascarilla sin ayuda, de ahí en fuera, todos debemos usar mascarilla, pues es una forma de reducir la transmisión de covid-19.

La Organización Mundial de la Salud recomienda su uso, principalmente en lugares concurridos donde no se pueda respetar la distancia de al menos un metro, sitios con ventilación deficiente o lugares cerrados, públicos o privados.

Aunque lo mejor es utilizarlo cada que salgas a la calle, así no correrás riesgos.

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