Vence tus miedos y usa a la bici

Cuando dejas de practicar algo por mucho tiempo, es normal que se te olvide la técnica,  surjan miedos o pienses más en las consecuencias (accidentes). Todo esto se apodera de ti y no permite que experimentes cosas o consigas logros nuevos. 

“Lo que bien se aprende, nunca se olvida”. Esta frase aplica muy bien cuando quieres volver a andar en bicicleta después de años de no usarla.

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No obstante, evita que tus miedos te invadan. Vuelve a montar la bicicleta en el momento que quieras. Por ejemplo, yo regresé a rodar a mis 26 años, practiqué en la cuadra donde vivía y, gracias al apoyo de una amiga, me uní a grupos de ciclistas que me dieron tips para usar la bicicleta: desde cómo manejarla y conocer las partes que la integran, hasta mejorar mi equilibrio.

Mientras más practicaba sentía que mi salud mejoraba. Comprobé que hacía menos tiempo en los traslados a mis diferentes destinos (a veces hasta la mitad de lo que tardaba en trasporte público), y sobre todo, disfruté de la sensación de libertad para ir a donde yo quisiera en el momento que lo deseara.

Todo esto hizo que me enamorara de la bicicleta. Más que un hobbie la adopté como mi estilo de vida, con el objetivo no solo de ayudarme a mí sino también para contribuir con la protección del medio ambiente; es decir, evitar contaminar con más automóviles en la ciudad.

  Los que más la usan…

De acuerdo con las “Investigaciones Sociales Aplicadas S.C., Conteo ciclista”,  el grupo de edad con mayor número de usuarios en México oscila entre los 20 a los 29 años, con un 32.3%; le sigue el grupo de los 30 a los 39 años, con un 25.3%.

Esto significa que gran parte de los usuarios de bicicleta somos gente adulta y no niños; actualmente se ha convertido en medio de transporte y estilo de vida.

Si sientes curiosidad por revivir lo que para ti fue andar en bicicleta, no te quedes con las ganas; pide una una prestada, réntala o visita una "biciescuela" para adultos. Estoy segura de que disfrutarás tu primer paseo en ella y experimentarás de nuevo las viejas sensaciones.

Organiza paseos en familia, con amigos o únete a algún grupo de ciclistas para aprender cosas nuevas, disfrutar de la compañía y aprovechar el apoyo mutuo. ¡Siente la buena vibra e inténtalo!