¿Por qué algunas personas tienen el ombligo "salido"?

El ombligo es parte de nosotros, no lo vemos como una cicatriz, sino como una parte de nuestro cuerpo. Cada uno es diferente en tamaño, forma... pero, ¿por qué algunas personas tienen el ombligo salido?

Esa pequeña marca, casi a la mitad de nuestro cuerpo, es la prueba irrefutable de que nacimos de otro ser humano. La única huella que queda del cordón umbilical, el gran encargado de transportar oxígeno y nutrientes hasta nosotros y, básicamente, mantenernos vivos antes de “salir al mundo”.

Aunque lo veamos como una parte más de nuestro cuerpo, el ombligo es, quizá, nuestra primera cicatriz, derivada de cortar ese tubo que nos unía a nuestra madre. Pero que sea algo tan común no significa que no tenga secretos guardados.

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¿De qué depende la forma del ombligo?

No todos los ombligos son iguales, y eso es porque cada cuerpo y tipo de cicatrización es diferente. Así es, más allá de si el doctor que te recibió (o tu papá), te dejó un ombligo bonito, depende de tu organismo el cómo luce.

Así lo explica el Dr. Trey Eubanks, Jefe de Cirugía del Le Bonheur Hospital, en el sitio del hospital, desmintiendo la idea de que quien cortaba el cordón era el responsable de su forma final.

Y si lo pensamos, tiene lógica, pues el corte se realiza varios centímetros lejos de lo que será el ombligo. Entonces, sería la elasticidad de nuestra piel, la grasa debajo de la dermis y cómo se adhiere la cicatriz a los músculos, quienes determinaran la forma.

Aunque al parecer no son los únicos involucrados, pues de acuerdo a especialistas en cirugía plástica, también habría relación con el espacio de tu cuerpo entre la piel y la pared abdominal: a mayor espacio, ombligos más hundidos. ¡Eso lo explica todo!

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¿Por qué algunas personas tienen el ombligo salido?

Muchos de los ombligos salidos se relacionan con 2 factores, una hernia umbilical de nacimiento o una pequeña infección en la base del cordón umbilical que no tuvo mayores complicaciones.

De acuerdo al Dr. Trey Eubanks, ambas situaciones provocan que un tejido “extra” se forme, dándole la apariencia de nudito o bultito que sobresale de la base del ombligo. Sin embargo, también dependerá de si tu ombligo es así de nacimiento o si se “ha salido” con los años.

En el caso de las hernias umbilicales de los bebés, si bien la mayoría sólo son una molestia, se deben vigilar, pues existe un pequeño riesgo de que el contenido abdominal se atasque en el saco de la hernia, llevando a una emergencia quirúrgica.

Asimismo, si su tamaño es muy grande y causa molestias o problemas, puede operarse, aunque según el especialista, hay un 90% de probabilidades de que un ombligo salido se cierre solo alrededor de los 5 años de edad.

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Causas del ombligo salido en los adultos

Si tu ombligo no cerró a los 5 años, puedes mantenerlo salido, aunque menos notorio, sin embargo, el embarazo, la obesidad, cirugías, la acumulación de líquido y, sí, también una hernia, podrían ser los responsables de que se te “salga” el ombligo.

Ombligo salido en las embarazadas

Cuando la piel del abdomen se estira por el crecimiento del bebé, al ombligo no le queda otra que salir. Sin embargo, según el sitio Me lo dijo Lola, qué tan afuera esté tu ombligo, dependerá de la elasticidad de tu piel y la firmeza de tus músculos abdominales, pues si están más firmes o flácidos, se botará más o menos el ombligo.

Aunque no se puede evitar, el ombligo suele regresar a su forma de siempre una vez que el bebé nace. Al ser un proceso natural, no es motivo de preocupación, pero recuerda siempre llevar tu control para que tu médico pueda detectar si algo no está del todo bien.

Foto: iStock

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Ombligo salido por hernia umbilical

Las hernias umbilicales aparecen cuando parte del intestino sobresale a través de la abertura en los músculos abdominales por los que pasó el cordón umbilical antes de nacer. Aunque son más comunes en los lactantes, también se pueden presentar en adultos, las cuales tienen más probabilidad de necesitar cirugía.

Cuando aparecen en la adultez, pueden presentar molestias abdominales, además de ocasionar una inflamación suave o protuberancia cerca del ombligo. Las causas principales son un exceso de presión abdominal, como obesidad, embarazos múltiples, cirugía abdominal previa, diálisis peritoneal o ascitis, de acuerdo a especialistas de Mayo Clinic.

La ascitis es una acumulación de líquido en el espacio entre el revestimiento del abdomen y los órganos abdominales, causada por un daño hepático grave, derivado de una infección crónica, consumo excesivo de alcohol o hígado graso.

Aunque también ciertos cánceres en el abdomen, cóagulos en las venas del hígado, insuficiencia cardíaca congestiva, pancreatitis y pericarditis, pueden dar lugar a la ascitis. En estos casos, es importante tratar la causa de la ascitis y aplicar otros tratamientos específicos.

En cuanto al abordaje de las hernias umbilicales en adultos, suele recomendarse la cirugía para evitar complicaciones, en especial si esta se agranda o produce dolor.

Esto porque las hernias en adultos son un poco más propensas a la encarcelación u obstrucción del intestino, lo que disminuye la irrigacion sanguínea de un segmento del intestino, llevando a la muerte del tejido, cuya infección podría diseminarse a toda la cavidad abdominal e incluso ser mortal.

Finalmente, un dato curioso del ombligo, ¿sabías que en él viven muchos microorganismos, incluidos hongos y ácaros? Así es, un grupo de científicos de la universidad estatal de North Carolina, iniciaron un proyecto llamado “La biodiversidad de los ombligos”, tomando muestras de los ombligos de 340 participantes.

E ellas encontraron que las colonias más comunes son las Staphylococcus epidermidis y la Micrococus luteus, aunque también encontraron una bacteria que se había hallado en la soya y mariposas de seda: Enterococcus mundti.

Si bien la mayoría de los microoorganismos que viven en la piel, incluido el ombligo, no son dañinas, no está de más lavarlo durante tu baño diario.

¡Cómo te quedó el ojo! Si tu ombligo está salido y es algo reciente, acude con tu médico para valorar la situación, en especial si te causa molestias. Si es de toda la vida y no te ocasiona mayor problema, abrázalo, si lo vemos románticamente, es un símbolo de vida.