Hombros disparejos y dolor de espalda, señales de que tu hijo podría tener escoliosis

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Hombros disparejos y dolor de espalda, señales de que tu hijo podría tener escoliosis Foto: iStock
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POR: Salud180.com

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03-12-2020

La escoliosis es una curvatura anormal en la columna vertebral, que suele aparecer a temprana edad y muchas veces se relaciona con el crecimiento en los niños. ¿Cómo detectarla? Los hombros disparejos y dolor de espalda son señales de que tu hijo podría tener escoliosis.

 

Es muy común pensar que los problemas de columna, articulaciones y demás “achaques”, llegarán con la edad, por lo que nuestros pequeños no se deben preocupar de eso, sin embargo, así como existen alteraciones de nacimiento, también hay otras que pueden darse con el crecimiento, tal como pasa con la escoliosis.

 

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¿Qué es la escoliosis?

Nuestra columna vertebral se curva de manera ligera naturalmente, sin embargo, la escoliosis es una curvatura anormal y pronunciada, que provoca que la columna luzca como una C o una S marcada.

 

En algunos casos, esta curvatura está relacionada con afecciones como parálisis cerebral o distrofia muscular (escoliosis neuromuscular), sin embargo, no es exclusiva de estas enfermedades. También puede ser congénita y aparecer cuando las costillas o vértebras del bebé no se forman correctamente, aunque en la mayoría de los casos se desconoce la causa (escoliosis idiopática).

 

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, este tipo se clasifica según la edad cuando aparece: infantil (3 años o menos), juvenil (de 4 a 10 años) y adolescente (de 11 a 18 años).

 

En ese sentido, es común asociar la escoliosis con el “estirón”, pues ocurre con mayor frecuencia durante el periodo de crecimiento previo a la pubertad.

 

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¿Cuáles son los síntomas de escoliosis?

  • Hombros disparejos
  • Un omóplato más prominente
  • Cintura dispareja (un lado parece más alto)
  • Dolor de espalda o espalda baja que desciende hacia las piernas
  • Debilidad o sensación de cansancio en la columna después de estar mucho tiempo parado o sentado
  • Dolor en los hombros
  • Costillas que sobresalen de un lado (en casos avanzados donde la columna rota)

 

Estos síntomas no siempre aparecen, pues en su mayoría, los casos de escoliosis, al ser leves y presentarse gradualmente, no registran molestias o dolor.

 

Por eso son importantes los chequeos constantes durante la etapa de crecimiento y prestar atención a cualquier cambio en el cuerpo de tus hijos, en especial las niñas, pues de acuerdo a los especialistas, la escoliosis las afecta con mayor frecuencia.

 

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¿Quiénes pueden padecer escoliosis?

Al no haber una causa precisa de la escoliosis idiopática, cualquiera puede ser afectado, sin embargo, se cree que existen factores hereditarios que pueden predisponer a su aparición.

 

De igual modo, la edad (infancia) y sexo (las niñas tienen más riesgo de que su curvatura empeore) son factores de riesgo para esta afección.

 

¿La escoliosis es grave?

Aunque los especialistas reportan que la mayoría de los casos son leves, en ocasiones pueden continuar empeorando con el crecimiento, convirtiéndose en un problema grave e incapacitante. De ahí la importancia de detectarla y actuar a tiempo.

 

Una de las complicaciones más graves de esta curvatura,  es el riesgo de reducir el espacio dentro del pecho, dificultando el funcionamiento de los pulmones y el bombeo correcto del corazón, según señalan especialistas de Mayo Clinic.

 

Asimismo, hay más probabilidad de que un adulto con escoliosis infantil sufra de dolor crónico de espalda, que una persona que no tuvo este padecimiento. Finalmente, el aspecto de las personas tiende a cambiar cuando la escoliosis empeora.

 

Sin embargo, es importante aclarar, que ni cargar mochilas pesadas o practicar algún deporte, se ha relacionado directamente con este padecimiento, tal como señala la Fundación Nemours. Su aparición no se puede controlar, sólo su progreso.

Infografía mostrando los diferentes tipos de escoliosis

Foto: iStock

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¿Cuál es el tratamiento de la escoliosis?

Este depende de factores como la causa de la escoliosis, dónde se localiza la curvatura, el tamaño de ésta y si el paciente se encuentra en crecimiento. De ahí se puede, desde recomendar el uso de un corsé, hasta optar por la cirugía.

 

Afortunadamente, los especialistas señalan que la mayoría de las escoliosis idiopáticas no requieren tratamiento, aunque sí es necesario darle un seguimiento cada 6 meses para revisar si la curvatura empeora con el crecimiento. Esto se recomienda a través de radiografías, pues el examen físico puede mostrar una curvatura en menor grado del real.

 

Una forma de evitar que la escoliosis progrese y se vuelva grave, es usar dispositivos de inmovilización, como los corsés, que se usan debajo de la ropa en niños en crecimiento. Claro, siempre bajo prescripción médica, pues el tipo depende de la ubicación de la curvatura y el tamaño.

 

La decisión del tratamiento siempre dependerá de factores como el sexo, gravedad de la curvatura, si es en S o C (la primera tiende más a empeorar) y ubicación (las de la zona torácica empeoran más frecuentemente que las de la parte lumbar o la superior).

 

Finalmente, cuando la curvatura progresa rápidamente o es grave y pone en riesgo las funciones vitales del paciente, es muy probable que se use la cirugía como forma de corrección.

 

Cuidar de nuestra salud y la de nuestros seres queridos es muy importante, pero en el caso de los más pequeños, es una obligación. Recuerda que los médicos no sólo están para curar enfermedades, también para prevenirlas, lleva el seguimiento del crecimiento de tus hijos con el pediatra para detectar cualquier anormalidad y actuar a tiempo.

 

La escoliosis puede no ser grave y vivir con ella una vida normal y plena, pero más vale “pecar” de precavidos y evitar una complicación más adelante.

 

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