Cómo eliminar el olor a huevo de los vasos y platos: 2 recetas efectivas

A todos nos ha tocado la mala suerte de que nos sirvan alguna bebida en un vaso con olor a huevo, algo que resulta desagradable y capaz de quitarnos la sed. Para que no te pase, descubre cómo eliminar el olor a huevo de los vasos y platos con dos recetas efectivas.

La cocina es un arte, que tiene como resultado platillos deliciosos… pero también, otras cosas menos agradables, como cochambre, comida pegada y algunos olores que aparecen, incluso si lavas los trastes, utensilios y trapos.

Uno de los más comunes es el olor a choquía, que se asocia a algo mal lavado o secado. Sin embargo, también está ese olor a huevo que se impregna en los vasos, platos y tazas… incluso después de lavarlos.

¿Cómo eliminar el olor a huevo de los vasos, tazas y platos?

Lavar nuevamente los trastes, es una buena opción para eliminar el olor a huevo. Sin embargo, si quieres asegurarte de que no quede rastro de este desagradable aroma, existen otras técnicas más efectivas, ponlas a prueba.

Elimina el olor a huevo de los vasos con vinagre

Necesitas:

* 2 tazas de vinagre blanco

* Agua caliente

1. En una tina o el fregadero limpio, coloca una toalla gruesa al fondo y encima los vasos, tazas o platos con olor a huevo.

2. Agrega 2 tazas de vinagre blanco y llena con agua caliente hasta cubrir los trastes.

3. Remueve con una cuchara para que el vinagre se mezcle bien con el agua y deja remojando de 20 a 30 minutos.

4. Pasado este tiempo, frota con una esponja limpia y lava tus trastes. Seca perfectamente.

Elimina el olor a huevo de los vasos con limón

Necesitas:

* Limones

* Agua caliente

1. Llena una tina o el fregadero limpio, con agua caliente y exprime algunos limones.

2. Sumerge los trastes con mal olor durante 10 minutos; después talla y lava con una esponja limpia o nueva.

Si no quieres gastar limones, otra opción es sustituir el jugo de limón con un chorrito de cloro.

Finalmente, para prevenir que tus vasos, platos o tazas tengan olor a huevo, puedes exprimir un limón en la mezcla de jabón y agua para lavar los trastes. Lo mejor es no preparar mucha, para que no se acumule la mugre y los olores, mejor si la cambias diariamente.

Asimismo, recuerda enjuagar la esponja después de lavar trastes con huevo y otros restos de alimentos. Una opción es hacerlo con una mezcla de agua con cloro o agua oxigenada.

Ah, y no dejes la esponja dentro del jabón para lavar los trastes, mejor enjuágala y déjala secar al aire libre, así reducirás el riesgo de la acumulación de bacterias y malos olores.

¿Por qué los vasos huelen a huevo?

No hay nada más desagradable que beber en un vaso con olor a huevo… pero ¿por qué huelen así si los lavaste? Según expertos en limpieza, esto generalmente ocurre por dos razones: la esponja que usaste para lavarlos estaba sucia o los secaste con un trapo con mal olor.

Recuerda que, pese a estar en constante contacto con el agua y jabón, la esponja de cocina es considerada uno de los objetos más sucios de nuestro hogar. En ocasiones el no cambiar el jabón con frecuencia o no enjuagar la esponja después de lavar recipientes con restos de huevo u otros alimentos, puede contribuir a esta suciedad.

Pero la esponja no es la única responsable. Algunos jabones para platos, también podrían contribuir, como aquellos sin fosfatos, en especial si se combinan con agua dura.

Finalmente, no permitir que los vasos se sequen correctamente, provoca que las bacterias se reproduzcan y provoquen malos olores, razón por la que es clave secar bien cualquier vaso, taza o plato, antes de guardarlos.

¿Por qué es importante lavar bien los vasos?

La importancia de lavar los platos, resulta casi obvia: evitar la mezcla de sabores y restos de comida. Sin embargo, lavar los vasos, incluso si solo tomaste agua, también es fundamental para evitar la acumulación de microorganismos como las bacterias.

Aunque todos hemos caído en la tentación de reusar un vaso todo el día… e incluso un par de días, el sitio especializado Prevention, señala que esta no es la mejor opción.

La razón es que, la humedad constante de los vasos, se convierte en el ambiente perfecto para que los microorganismos sobrevivan, por lo que podrías beber agua con algunas bacterias, microbios, parásitos y más bichos.

Estos microorganismos, pueden llegar incluso desde tu boca. El problema se multiplica cuando estás enferma… en especial si alguien más bebe de tu vaso.

Si crees que esto es exageración, un artículo difundido por la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), explica que, en general, las enfermedades infecciosas se contagian por secreciones que escapan de la boca o nariz, y pueden diseminarse a través de vasos, tazas y cualquier objeto que pase por la boca.

Por lo tanto, beber de un vaso que no está correctamente lavado y esterilizado, podría exponerte al contagio de una enfermedad, si fue usado previamente por alguien enfermo.

Aplica estos trucos y deja tus vasos, platos y tazas completamente limpios y libres de olor a huevo o cualquier otro desagradable.

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