Sonda urinaria: Qué pasa en tu cuerpo cuando la utilizas por mucho tiempo

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Mujer con incontinencia y sonda urinaria
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Mujer con incontinencia y sonda urinaria

Nancy Polvo Rosales
06-05-2022

Muchas veces creemos que utilizar una sonda urinaria es lo “peor del mundo” porque nos dejamos guiar por lo aparatoso. Sin embargo, en algunos casos es necesaria si nuestro cuerpo no puede vaciar la vejiga por sí solo, causando daño renal a largo plazo. Aunque es parte de un tratamiento, ¿qué pasa en tu cuerpo cuando la utilizas por mucho tiempo?

Una sonda urinaria no es tan malo como puede pensarse, se trata de una cánula muy flexible que se utiliza para drenar la orina de la vejiga cuando el cuerpo no puede expulsarla como normalmente lo haría. Si la vejiga no se vacía por completo, la orina comenzará a acumularse y presionar a los riñones, esa presión constante puede causar daño permanente o insuficiencia renal. 

Por otra parte, también se puede utilizar para introducir medicamentos en el interior de la vejiga. De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se trata de un tubo flexible compuesto de plástico PVC, látex, silicona, teflón o caucho que se introduce a través de la uretra hasta el interior de la vejiga.

Una vez que la sonda se encuentra en el órgano que almacena la orina, se infla un pequeño globo que se encuentra al final del catéter para mantenerla en su lugar e impedir que pueda deslizarse fuera del cuerpo, pero una vez que es necesario retirarla, el globo se desinfla.

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¿Por qué se coloca una sonda urinaria?

La sonda urinaria permite drenar la orina del cuerpo para evitar complicaciones de salud, existen situaciones en las que tu médico podría recomendar su uso, por ejemplo, si padeces retención urinaria, si no puedes controlar cuando orinas por incontinencia, tras una cirugía de próstata o en los genitales, si padeces esclerosis múltiple e incluso demencia, pero también en los siguientes casos:

Histerectomía

Cálculos en la vejiga o riñones

Lesión en los nervios de la vejiga

Coágulos de sangre en la orina

Si estás inmovilizado

Si fuiste intervenido del colon, ginecología o de la pelvis

Aunque la mayoría de las veces, el uso de la sonda urinaria suele utilizarse por un periodo corto de tiempo o hasta que el cuerpo recupera su capacidad de orinar, debes saber que existen tres tipo de catéter urinario: permanente, externo y a corto plazo.

Sonda urinaria permanente: se utiliza para recolectar la orina, puede fijarse una bolsa de drenaje a la pierna para no afectar nuestra vida cotidiana. Se puede introducir de dos maneras, ya sea mediante la uretra o a través de un pequeño agujero que se realiza en el abdomen.

Sonda urinaria externo o de condón: suele utilizarse en hombres que padecen incontinencia urinaria, pero no se coloca dentro del pene, sino que se coloca un pequeño dispositivo similar a un cordón sobre este, en este caso, la sonda va desde el dispositivo a la bolsa de drenaje.

Sonda urinaria a corto plazo o intermitente: se utilizan por un breve periodo de tiempo, por ejemplo, después de una cirugía.

Orina en una sonda urinaria

Foto: iStock

Aunque utilizar la sonda puede evitar daño en los riñones, lo cierto es que también puede causar algunas complicaciones en la salud, por ejemplo, incrementar las infecciones del tracto urinario, sobre todo si no hemos desarrollado el hábito de limpiar el catéter de manera rutinaria la acumulación de bacterias y gérmenes podrían causar una infección.

Por otra parte, podrías desarrollar alergia o sensibilidad al látex, daño renal sólo si el uso de la sonda es permanente, aumentas el riesgo de desarrollar cáncer vesical con sondas permanentes, puedes desarrollar cálculos vesicales, presentar sangre en la orina o calambres estomacales. 

Aunque no todas las complicaciones pueden evitarse, en algunas puedes reducir el riesgo si desarrollas buenos hábitos alimenticios, por ejemplo, consumir más alimentos ricos en fibra, verduras, cereales y frutas para regular las evacuaciones intestinales y evitar el estreñimiento, así como mantener buenos hábitos de higiene al limpiar con regularidad el catéter, evita que se tuerza para evitar bloqueos o fugas.

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