¿Qué es la dislexia?

La dislexia se le llama a la dificultad en la lectura, para su comprención o su escritura. Existen factores hereditarios que hacen que se sea más propenso a  padecerla.

Sin embargo, existen otros factores que pueden estar relacionados a la presencia del trastorno como pueden ser problemas en el parto, educación deficiente, problemas emocionales, etc.

Estudios del ámbito neurológico, en donde han comparado el cerebro de personas con dislexia y personas sin dislexia, han descubierto diferencias en el giro angular (estructura cerebral situada en el lóbulo parietal del hemisferio cerebral izquierdo).

Estudios similares han encontrado un funcionamiento pobre de esta región cerebral.

Se reconocen dos tipos de dislexia, la adquirida, que es aquella que se presenta después de una lesión cerebral muy específica; mientras que la dislexia evolutiva es la que se presenta en pacientes que, desde siempre y sin haber aparentemente presentado una lesión, tienen dificultades para alcanzar lograr una adecuada destreza en la lectura.

El diagnóstico de la dislexia es complejo antes del comienzo de la etapa escolar, a la edad de 3 a 5 años es importante observar cómo se encuentran las habilidades básicas necesarias para lograr el aprendizaje de la lecto-escritura, como es la coordinación fina, coordinación viso-motora, atención, concentración, lenguaje.

Muchos científicos han propuesto que la dislexia se debe a un problema en las zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje. Sin embargo, cada vez hay más pruebas que sugieren una  explicación totalmente diferente; existen pruebas fisiológicas de que la dislexia se debe a un déficit sensorial.

Las personas disléxicas no consiguen descomponer las palabras en sus sonidos básicos y tienen problemas persistentes con el sistema fonológico del lenguaje, por ejemplo no distinguen entre el sonido de la B y la D.

También el papel que tiene el sentido de la vista en la dislexia fue ignorado, debido en gran medida a que los oftalmólogos no percibían ninguna diferencia entre los ojos de los buenos y los malos lectores.

Esto cambió, con el reciente descubrimiento de que el sistema visual de los seres  humanos se compone de dos canales principales.

Uno de estos canales, el sistema magno celular, consta de células grandes que realizan procesos rápidos. Sirve para la percepción de movimientos, para la vista estereoscópica, para la percepción de profundidad y de contrastes bajos y para la localización de objetos en el espacio.

El segundo canal, es el sistema parvo celular, que consta de células más pequeñas que realizan procesos más lentos. Está especializado en los colores, en las formas detalladas, en los contrastes altos y en las imágenes estáticas.

Los nuevos descubrimientos podrían dar lugar al desarrollo de pruebas sencillas para identificar y hacer un diagnóstico temprano de la dislexia.

Para el desarrollo del tratamiento es necesario aumentar la conciencia fonológica utilizando materiales orales para crear rimas, derivar palabras, dividir palabras en sílabas, etc., por otro lado mejorar la automatización de la mecánica lectora; es decir, es fundamental que el niño lea lo más posible para mejorar sus habilidades.

Los profesionistas involucrados en su atención deben ser psicólogos especializados en trastornos de aprendizaje, terapistas en comunicación humana y terapeutas ocupacionales.
 

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