¿Mucha sed? 6 señales de que estás comiendo demasiada proteína
Por: Diana Oliva
Por: Diana Oliva
Si tienes el propósito de lograr un “cuerpo escultural” o por lo menos, una nueva versión de ti. Seguro ya conoces o has leído algo sobre las dietas altas en proteínas. Una opción estupenda si se desea marcar y crecer músculo, pero que tiene un lado oscuro cuando se consume en exceso o de forma poco equilibrada.
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Pero, antes de proseguir, empecemos por lo básico. ¿Qué es una proteína? De acuerdo a la National Human Genome Research Institute, son una clase de molécula que se encuentra en todas las células vivas, y se compone de cadenas largas de aminoácidos.
Las proteínas están presentes en nuestros huesos, enzimas e incluso, hormonas. ¡No solo en los músculos! La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos señala que la cantidad de proteínas dependerá de la necesidad de calorías. Ejemplo, un adulto saludable con un plan de 2000 calorías, debe ingerir 100 gramos de proteína (equivale a 30 gramos de carne o 1 huevo grande).
Sin embargo, para evitar equivocaciones, lo ideal es entre 50 a 62 gramos al día.
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En especial si restringes los carbohidratos. Esto podría deberse a que el cuerpo entra a un estado metabólico llamado cetosis; se producen sustancias químicas que emiten un desagradable olor.
Las dietas altas en proteínas suelen restringir o disminuir el consumo de fibra. De acuerdo al instituto médico Mayo Clinic, ésta se encuentra en los alimentos vegetales que el cuerpo no puede digerir o absorber.
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Al eliminar el exceso de nitrógeno, tu cuerpo necesita más líquidos. Lo anterior puede llevarte a una deshidratación.
A corto plazo puede haber una pérdida de peso, pero si no se realiza una actividad física. La cantidad de más se van almacenando en forma de grasa.
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Se puede originar por comer muchos lácteos y combinarlos con carne frita, pescado o ave.
Si todo el tiempo te sientes enojado o negativo es muy posible que tu cuerpo necesite un poco de azúcar natural: fruta, arroz o avena.
Es posible que te encuentres feliz comiendo mucha proteína, pero no ignores las señales de auxilio que da tu cuerpo. Y si escuchas o notas, acude con un experto de la salud para un nuevo plan alimenticio.
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