Diferencias entre edad biológica y cronológica, y cómo encontrar el equilibrio

Preguntar la edad de alguien, es algo común y la respuesta es fácil, sin embargo, una cosa es lo que tú dices y otra lo que piensa tu cuerpo. Diferencias entre edad biológica y cronológica, y cómo encontrar el equilibrio.

¿Edad? Es una pregunta rutinaria en muchos lugares: el médico, algún trámite burocrático, entrevista de empleo. La ecuación es sencilla, restar al año actual el año de tu nacimiento. Lo que nadie nos dice es que esta edad no siempre coincide con la de nuestro cuerpo.

¿Qué es la edad cronológica?

La edad cronológica es básicamente el tiempo transcurrido entre nuestro nacimiento y la fecha actual. Además de un aspecto legal y social, médicamente esta edad puede considerarse un factor de riesgo para algunas enfermedades, por lo que es una pregunta obligada en una consulta médica.

Esta edad transcurre igual en todas las personas, pues el paso del tiempo no cambia según tu estilo de vida, nacionalidad o situación económica. Asimismo, se acompaña de un crecimiento psicológico y biológico, además de memorias y vivencias.

¿Qué es la edad biológica?

La edad biológica o fisiológica, es diferente a la cronológica, pues está ligada con el envejecimiento biológico asociado con el daño de las células y tejidos. En el cálculo influyen diferentes factores que permiten descifrar la cifra real con diferentes biomarcadores.  

De acuerdo al sitio especializado Healthline, entre estos se encuentran la edad cronológica, la genética, tu estilo de vida, nutrición, enfermedades y otras condiciones. Es así como puede sacarse la edad biológica, a partir de modelos matemáticos y análisis médicos.  

Esto revela la forma como tu cuerpo actúa, algo así a cómo se siente, lo cual no siempre coincide con la edad cronológica. Es decir, si tus hábitos son malos, puedes tener 34 años, pero biológicamente tu edad sea superior.

En resumen, la edad cronológica es la forma como envejeces ante el mundo, que se cuenta por años y meses; mientras la biológica es cómo tu cuerpo envejece internamente, donde tus hábitos y otros factores pueden acelerar este proceso.

¿Cuál es el riesgo de que tu edad biológica y cronológica no coincidan?

Si tu edad biológica es similar a la cronológica o menor, es positivo, pues envejeces al ritmo adecuado según tu edad. De lo contrario, una edad biológica mayor, impacta no sólo en tu apariencia, haciéndote lucir “más acabada”, también en tu longevidad y salud.

Por ejemplo, según la organización Breast Cancer, un estudio encontró que las mujeres con una edad biológica mayor a la cronológica, tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. En contraste, en aquellas con una menor edad biológica que cronológica, disminuye el riesgo.

De hecho, una mayor edad biológica se relaciona con una menor longevidad, pues nuestro cuerpo se deteriora y esto trae consigo problemas normalmente asociados a personas mayores, repercutiendo también en la calidad de vida.

¿Cómo detener la edad biológica?

Es imposible detener el envejecimiento y la edad, lo que sí es posible es retrasarlo y mejorar tu edad biológica, así como envejecer sanamente. Esto se logra con hábitos saludables, que incluyen la alimentación, ejercicio y control del estrés.

De acuerdo un estudio de la Universidad de Cambridge, implementar hábitos como no fumar, realizar actividad física, beber alcohol de forma moderada e incluir 5 porciones de frutas y verduras al día, puede disminuir tu edad biológica 14 años respecto a la cronológica.

Pero más allá de las cifras, lo importante siempre será mantener tu salud y ya que una parte importante proviene de los factores externos el estilo de vida, los especialistas recomiendan:

• Lleva una vida activa. El ejercicio regular es clave para cuidar nuestra salud, pues no sólo nos mantiene en forma, sino que mejora la cantidad de sangre que el corazón bombea con cada latido y reduce la frecuencia cardíaca en reposo.
• Es importante incorporar tanto ejercicios cardiovasculares, como ejercicios de resistencia y fuerza que ayuden a mantener y mejorar nuestra masa muscular, pero también aquellos que mejoren el equilibrio y estiren nuestros músculos.
• Mantén una alimentación saludable. Un estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health, encontró un vínculo entre la nutrición y la edad biológica, por lo tanto, es importante llevar una dieta balanceada y rica en nutrientes.
• Elige alimentos naturales como frutas, vegetales, granos enteros, proteínas magras, grasas saludables y reduce o evita los alimentos ultra procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos.
• Mantén un peso saludable y una buena forma. El sobrepeso y la obesidad, se asocian con afecciones que dañan nuestro cuerpo y ayudan a acelerar su envejecimiento, por lo que un peso saludable es de gran ayuda.
• Asimismo, recuerda que la grasa abdominal se asocia a mayores problemas que la que se acumula en otras partes del cuerpo.
• Lleva un estilo de vida saludable. Además de la alimentación y ejercicio, no fumar, beber alcohol con moderación, dormir y manejar el estrés, es muy importante para reducir el impacto en la edad biológica.
• Esto aplica para todas las personas, sin importar su peso o talla.

Y tú, ¿de qué edad te sientes? Ahora que ya sabes que tu edad biológica y la cronológica no son lo mismo, cuida tu salud y hábitos para reducir los riesgos y mejorar tu calidad de vida.

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