7 factores que predisponen a sentir envidia

Por: J. Manuel Reyes

La envidia es un sentimiento natural en los seres humanos, el cual, de acuerdo con lo que genera, puede dividirse en positivo, que es cuando admirados o deseamos lo que alguien más posee o logra, y el destructivo, en la que además de anhelar lo del otro, existe el deseo de que éste lo pierda.

 

La envidia está determinada por las influencias sociales y culturales, la educación y el ambiente o contexto en el que se desarrolla la persona. De acuerdo con investigadores de la Universidad Nacional de México (UNAM), sentir envidia se genera a partir de tres factores, como se explica en el siguiente video del programa Salud con Gloria Contreras, de ExcelsiorTV.

 

 

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¿Qué nos predispone a sentir envidia?

 

La envidia no es siempre es un sentimiento malo, ya que la positiva brinda un impulso para superarnos y trabajar en dirección de conseguir nuestros objetivos. La imitación y la identificación son dos mecanismos de maduración personal. En cambio la destructiva, se asocia con otros sentimientos como la culpa la vergüenza.

 

Algunos estudios muestran que existen determinadas características personales que predisponen a un mayor sentimiento de envidia, sin embargo, también hay factores culturales y sociales, que componen el perfil de una persona envidiosa.

 

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Además de la baja autoestima y la constante comparación con los demás, diversos especialistas en psicología coinciden en que las causas tiene mucho que ver con determinados factores, como los denominados "rasgos neuróticos del carácter”, según The Tgpost:

 

1. Falta de valoración personal y amor por uno mismo
2. Querer lo que los demás tienen y, además, desearles el mal.
3. Personalidades egocéntricas.
4. Personas narcisistas, antisociales e histriónicas.
5. Personalidades neuróticas, inmaduras y mediocres.
6. Personas que actúan impulsadas por la ira.
7. Personas bloqueadas por miedos, conflictos y contradicciones.

 

Las manifestaciones de la envidia dependen del grado de autocrítica de la persona. Si la envidia es reconocida y expresada, se puede llegar a controlar y dirigirla hacia un fin positivo. Si la envidia se niega o se rechaza, es un proceso autodestructivo para quien la padece que encuentra formas de expresión negativa como la angustia, rabia, dolor, depresión, etc., por ello es importante aprender a expresar y reconocer los propios sentimientos.