4 tipos de chantaje emocional

Por: Consuelo Hernández

El chantaje emocional o el arte de manipular, sin duda puede ser una de las estrategias más utilizadas en las relaciones de pareja, para conseguir lo que se quiere con el mínimo esfuerzo, sobre todo en el tema sexual.

 

¿Constantemente tu chico te hace sufrir, dependes totalmente de él, te priva de tu libertad y daña tu autoestima? Es probable que te encuentres atada a una relación enfermiza.

 

Lo más difícil es que no estás del todo consciente del daño que te está causando. Inconscientemente te encuentras enganchada a tu pareja debido a que está alimentando ciertas heridas emocionales de tu infancia: miedo al abandono, necesidad de afecto y aprobación, miedo al enojo del otro, baja autoestima y responsabilidad por la vida de los demás.

 

¿Qué es el chantaje emocional?


El chantaje emocional es una forma de manipulación muy poderosa, un abuso psicológico en la cual personas afectivamente cercanas nos amenazan, directa o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieren. Utilizan los sentimientos como la principal arma.

 

El chantajista emocional sabe cuánto valoramos la relación que nos une a él. Conoce nuestros puntos débiles. A menudo está enterado de nuestros secretos más profundos. Al saber que queremos su amor y su aprobación, nos amenazan con privarnos de uno o de otra o nos hacen sentir que debemos ganarlos.

 

Entre las estrategias más conocidas: hacerte sentir culpable y halagarte si haces lo que él quiere.

 

Tipos de chantajistas

La psicóloga estadounidense Susan Forward clasifica a los chantajistas en cuatro tipos:

 

 

¿Cómo salir de esta situación?

Primero debes aceptar que te encuentras en una relación codependiente y adictiva en la que eres la víctima de un chantaje emocional o maltrato. No es fácil, se necesita tiempo, apoyo de tus seres queridos y mucho amor a ti.

 

En el momento en que te vuelvas consciente, avanzas, porque tanto tu pareja como tú son responsables de esta dinámica enfermiza. Y tú, ¿has sido víctima de chantaje emocional?