Qué pasa si olvidas cambiarte un tampón, ¿cuántas horas puedes dejarlo sin riesgos?
Los tampones son uno de los productos más utilizados cuando se trata de sentirnos más cómodas durante el ciclo menstrual, sobre todo si todavía no hemos dado el brinco a la famosa copita. Sin embargo, al no ver rastro del periodo podríamos olvidar que está dentro de nuestro cuerpo, ¿cuántas horas puedes dejarlo sin riesgos?
Existen varias opciones para cuidar de nuestra higiene íntima durante la menstruación, algunas más amigables para el medio ambiente que otras, por ejemplo, disco menstrual, copa menstrual, compresas de tela, braguitas menstruales, toallas sanitarias o tampones convencionales, pero sin duda, la copa y los tampones son una de las mejores opciones para las que no nos gusta sentirnos tan húmedas en todo el periodo.
Los tampones están diseñados para absorber la sangre menstrual desde adentro de la vagina. De acuerdo con información de la Food and Drug Administration (FDA), están hechos de rayón, algodón o una mezcla de ambos materiales, se introducen a través del canal vaginal con o sin aplicador, lo más recomendable es utilizarlos libres de fragancia para evitar irritaciones o reacciones alérgicas, pero si lo cambias con regularidad no tendría que guardar olores desagradables.
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Así como existen tampones desechables también hay reutilizables, el problema es que la FDA advierte que podría conllevar algunos riesgos, por ejemplo, al no limpiarse adecuadamente puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones por levaduras, hongos o bacterias.
¡Tal como lo lees! Ya que estas podrían ocultarse en el material absorbente y liberarse al contacto con los fluidos.
Por otra parte, el síndrome del shock tóxico es uno de los peligros que está relacionado con el uso de tampones, pero por dejarlos dentro del cuerpo más horas de las recomendables y es que al ser una de las opciones más cómodas, prácticamente olvidamos que están dentro del cuerpo porque hasta podemos bañarnos, meternos a la alberca u orinar con ellos sin mayor problema.
¡Ojo! A pesar de que podemos orinar o defecar con un tampón puesto, es necesario apartar el hilo para que no se moje, ya que si accidentalmente se contamina con las bacterias que viven dentro de nuestros intestinos, podríamos desarrollar infecciones en la uretra o en la vejiga, por ello, algunas personas deciden cambiarlo después de hacer sus necesidades.
Foto: iStock
¿Qué es el síndrome del shock tóxico?
Se trata de una afección que puede ser potencialmente mortal a causa de las toxinas producidas por algunos tipos de bacterias estafilococos o estreptococo del grupo A, describen especialistas del instituto médico Mayo Clinic.
Aunque se relaciona con el uso prolongado de tampones, también se puede desarrollar por copas menstruales en menor medida, esponjas anticonceptivas, diafragmas, infecciones cutáneas, quemaduras y tras una cirugía.
Usar un tampón por más de ocho horas eleva el riesgo de desarrollar el síndrome del shock tóxico, lo ideal es cambiarlo cada cuatro a seis horas, tal como indica el empaque del producto para disminuir los riesgos. Quizá creas que es una exageración, pero existen casos en los que se han dejado accidentalmente dentro de la vagina durante días e incluso semanas.
Por muy asqueroso que parezca, lo cierto, es que puede ser más peligroso si causa síndrome del shock tóxico, ya que podría ser fatal si no se trata a tiempo, de ahí la importancia de reconocer los síntomas:
Dolores de cabeza
Dolores musculares
Presión arterial baja
Fiebre alta de 39°C
Vómitos o diarrea
Sarpullido en las palmas de las manos o plantas de los pies
Desorientación
Convulsiones
Enrojecimiento de los ojos, la boca y la garganta
Dificultad para respirar
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Si identificas estos síntomas, actuar con rapidez es clave para evitar un choque, insuficiencia renal o la muerte, pero lo más importante es reducir el riesgo:
Usa tampones con un menor grado de absorción
Cámbialos con frecuencia cada cuatro o seis horas
Utiliza alternativamente con otros productos de higiene menstrual
No te quedes con un tampón por más de ocho horas
La mejor manera de saber si ya debes cambiarlo es jalando suavemente el hilo que cuelga del tampón. Si este comienza a salir con facilidad, indica que ya es momento de cambiarlo, pero si te cuesta más trabajo, significa que puedes dejarlo por un poco más de tiempo siempre y cuando no pasen de las ocho horas.
Ahora que ya sabes qué puede pasar si dejas un tampón por más tiempo no dudes en seguir las recomendaciones para evitar un buen susto. ¡Cuídate mucho!
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