Cocina limpia evita enfermedades

La cocina es el lugar donde se lleva a cabo la preparación de los alimentos, pero también donde se genera gran parte de la basura de tu hogar, ya sea por empaques de comida o los desechos de los alimentos.

De acuerdo con el Suplemento de Salud del Excélsior, Carlos Alberto Campos Quezada, director general de Biofuels de México, asegura que al tener ordenada la cocina permites una efectiva limpieza y, por tanto, contribuyes a un medio ambiente libre de contaminación y enfermedad.

En ese sentido, si separas adecuadamente la basura, generas menos residuos sólidos porque con los desperdicios se elaboran otros productos. Asimismo, con los desechos orgánicos podrías crear una composta (abono) que te servirá para fertilizar la tierra del jardín o las macetas.

Separa. Elige dos botes. En uno de ellos pon los desechos orgánicos como flores, cáscaras de frutas o verduras, huesos de comida, cascarones de huevo, servilletas, residuos de café o semillas, entre muchos más; en el otro recipiente coloca los residuos inorgánicos como bolsas, latas, envases de vidrio o plásticos, papel, cartón y los utensilios de cocina.

Tapa. Ambos botes siempre deberán estar sellados para evitar que los olores invadan la cocina. De igual forma, procura vaciarlos diariamente en el camión de la basura.

Evita contaminar.Un gran número de mexicanos arroja el aceite comestible utilizado en la preparación de alimentos en el desagüe o coladera. Esta acción ocasiona la muerte de especies acuáticas debido a que el contaminante líquido desemboca en los ríos. Por ello, es mejor guardarlo en una botella de plástico y dárselo al recolector de la basura.

Crea una composta. En la azotea coloca un bote con tierra, allí depositarás los desechos orgánicos, deberá tener pequeños orificios para que se oxigenen los residuos. Riégalo una vez a la semana. Alrededor de los tres meses después deposítalo en las áreas verdes de tu preferencia.

Limpia y comprime. Junta los envases de PET (de refrescos y agua), quítales la tapa y compáctalos. A los de cartón (jugos, leches, salsas, purés y sopas, entre otros) enjuágalos y aplástalos, con ello facilitas su acopio y reciclado.

Sé más cuidadoso. Los residuos sanitarios (papel higiénico, algodón, toallas femeninas, pañales o los condones) ponlos en una bolsa amarrada. Los focos, pilas, aerosoles, aceite de motor, pintura o tintes para el cabello colócalos en otra.

Si la falta de tiempo o de espacio te imposibilita llevar a cabo la separación correcta de los desechos, acude a los diferentes centros de acopio que se encuentran en las escuelas o los supermercados. En esos lugares te reciben periódicos, revistas, cartón, latas de aluminio, PET o los envases de vidrio.

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