Niños medicados presentan problemas en esmalte dental

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Estos defectos provocan sensibilidad, dolor y baja autoestima
Estos defectos provocan sensibilidad, dolor y baja autoestima
Diana Oliva

POR: Diana Oliva

Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.

13-07-2011

Se ha visto que los niños que reciben medicación habitual durante los primeros años de vida tienen más del doble (2.19 veces) de riesgo de padecer defectos en el esmalte dental.

 

Así lo asegura una investigación realizada, a mil 414 menores de 3 a 12 años, por la Universidad de Granada. Donde 60.3% que participaron, habían sido medicados de manera habitual y presentaban defectos en el desarrollo del esmalte.

 

A nivel clínico, estos defectos provocan sensibilidad y dolor en los dientes afectados, caries dental, fracturas dentales y faltas de espacio para la erupción de los dientes permanentes. Generando una baja en la autoestima del infante; también afectas sus relaciones sociales por alteraciones de la estética, la fonética y la función masticatoria.

 

Aunque el efecto de los medicamentos no esta del todo esclarecido, es una patología cuya prevalencia está creciendo a nivel mundial, adquiriendo actualmente un significado clínico y de salud pública importante.

 

Otras factores que pueden afectar el esmalte:

  1. Nivel socio-económico: aquellos menores con un nivel socio económico bajo presentan 1,64 veces más posibilidades de padecer defectos de este mal, que aquellos con un nivel socio económico elevado.
  2. La edad: Conforme aumenta la edad de los escolares, se eleva la presencia de los defectos  (46,8% a los 3 años y 56,6 % a los 8 años).
  3. Consumo de agua embotellada: durante la infancia previene la aparición de defectos en el desarrollo dental y de alteraciones en la mineralización de los tejidos duros dentales durante el periodo de formación de los dientes.

 

 

No olvidemos que el cuidado de la dentadura debe comenzar desde pequeños, sin importar si es la primera dentadura o la permanente. Lavarse los dientes de dos a tres veces al día y acudir al dentista una vez al año para una limpieza más profunda.
 

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