Menores con corazón de adultos

Las y los niños obesos suman 30 años a su salud vascular y sufren padecimientos típicos de personas adultas como enfermedades coronarias e hipertensión arterial, entre otras. Incluso, ya se estudian casos de menores de 10 años que presentan pequeñas señales de grasa en las arterias como preámbulo de una futura ateroesclerosis.

En México, más de 4 millones de niños y niñas de entre 5 y 11 años de edad padecen de sobrepeso y obesidad. La Secretaría de Salud señala que por la magnitud que ha alcanzado el asunto, esta enfermedad es considerada como epidemia. México no es el único país con este grave problema de salud pública. En España, la Federación Española del Corazón (FEC) está alertando a sus ciudadanos de la importancia de controlar la alimentación y el estilo de vida de los más pequeños, puesto que las cifras de obesidad infantil empiezan a resultar alarmantes. El principal problema, tanto en los menores mexicanos como en los españoles, es la mala alimentación que se traduce “en dietas desequilibradas y descomunalmente calóricas".

• Cuidado con la comida chatarra y los videojuegos

La nutrióloga Martha Leticia Martínez Viveros, coordinadora de Programas de Nutrición en los Programas Integrados de Salud del IMSS, ha señalado la necesidad de fomentar una alimentación correcta desde el desayuno y promover el hábito de llevar a la escuela un refrigerio nutritivo preparado en casa, con la finalidad de que los niños eviten el consumo de productos no saludables.

Sin embargo, el problema de obesidad y sobrepeso infantil no sólo es consecuencia de la deficiente alimentación, también juega un papel importante el sedentarismo. La escasa o nula actividad de los menores por el uso de aparatos electrónicos de video, comer o cenar sentados frente al televisor o usar la Internet durante largas horas, hace que los menores no gasten energía en comparación con los juegos tradicionales o la actividad física.

Por su parte, los nutriólogos de la FEC recomiendan que en las comidas de los más pequeños se dé prioridad “a los vegetales, las frutas y legumbres, así como pescado, carne de ave, lácteos y huevos, dejando en segundo lugar la carne roja”. Una última advertencia: no es sano omitir el desayuno porque es una de las comidas más importantes del día y está directamente implicada en la regulación del peso.