Zonas erógenas aumentan el clímax

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El cerebro es el principal órgano sexual del cuerpo
El cerebro es el principal órgano sexual del cuerpo
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Consuelo Hernández

Editora de Salud180.com, egresada de la UAM-X. Disfruta de la música y la naturaleza. Fan del ciclismo y del buen humor.

31-08-2011

Para el el médico David Barrios, sexólogo clínico y psicoterapeuta mexicano, es importante desmitificar la existencia de zonas erógenas universales ya que toda la piel, si es convenientemente explorada, se constituye en una inmensa y completa “zona erógena”; al mismo tiempo que se pueden descubrir vastas regiones de exquisitas sensaciones, quizá no reconocidas antes.

 

De acuerdo con el especialista de la asociación Caleidoscopía, el cuerpo sexuado o erótico abarca toda la persona, con el cerebro, como el órgano sexual más importante y la piel como el más extenso. No podría ser de otra forma, ya que la respuesta sexual humana engloba el erotismo total, que implica respuestas completas del organismo como son el deseo, la excitación, el orgasmo y los fenómenos mentales y emocionales que estas reacciones conllevan.

 

 

¡Encuéntralas!

Éstas pueden estimularse con los dedos, la palma de la mano, los labios, la lengua, el cabello, los pies o cualquier otra parte del cuerpo, el objetivo es que utilices tu imaginación. Aquí te damos algunos ejemplos:

 

1.- En la cabeza: los labios, la boca, el lóbulo de la oreja y el principio del canal auditivo, el cuello y la nuca. Esta última puede estimularse dando pequeños mordiscos cerca del punto de inserción de los músculos en el hueso occipital. Resulta muy sensual masajear el cuero cabelludo con la yema de los dedos. Pero conviene tener cuidado con eso, porque el límite entre el estímulo sensual y la inducción al sueño es muy pequeño.

 

2.- En el tronco: la espalda (sobre todo la parte baja), la cintura, el ombligo y los pezones (areolas incluidas). Estos últimos también son sensibles en los hombres (olvidados al respecto). Pero hay varones y mujeres que son insensibles o sólo son capaces de sentir algo agradable en ellos, pero en absoluto excitante.

 

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3.- En el bajo vientre: Son excitables para ambos sexos los genitales, el ano y el periné, la zona que se encuentra entre uno y otro. En el caso masculino, la zona más sensible del pene es el glande y, sobre todo, el frenillo (que equivaldría al clítoris). El resto del miembro carece de sensibilidad erótica. A algunos hombres les gusta que les acaricien el escroto, la bolsa que contiene los testículos. Pero a otros ese estímulo les resulta completamente indiferente o, incluso, molesto.

 

En las mujeres, es sensible la vulva entera; básicamente los labios menores, la entrada y cara anterior de la vagina, la zona de la uretra y, sobre todo, el clítoris. Respecto al ano, es sensible en ambos sexos, sobre todo la cara externa que responde bien a las caricias húmedas. Su interior tiene también cierta sensibilidad que puede estimularse mejor con los dedos que con objetos más gruesos; pero depende mucho de las personas y de los temores e inhibiciones que tengan respecto a la zona.

 

4.- Las extremidades: Tienen cierta sensibilidad erótica la cara interna de los brazos, algo más las axilas y, sobre todo, son sensibles al estímulo lento y suave las caras internas de los muslos.

 

La mejor forma de estimularlas es ir de menos a más, explorando cada rincón de la geografía de la pareja. Recorrer el cuerpo para ir descubriendo las zonas más sensibles. De todos modos, nunca debemos olvidar que la principal zona erógena en ambos sexos es el cerebro.

 

¡Busca tus zonas erógenas con tu pareja, el resultado será gratificante!

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