Un buen amante y sus cualidades

Cuando se habla de un buen amante, o el amante ideal, no sólo enmarca a una persona que tiene buen desempeño en la cama, lo cual sin duda una mujer agradece para que pueda conseguir mayor satisfacción sexual; sin embargo, también debe convertirse en buen compañero, que de paso no permita el aburrimiento o la monotonía.

La satisfacción sexual de una mujer se multiplica si la energía de la pareja está en buenas condiciones, lo cual debe incidir en todos los aspectos: físico, mental, emociona, y espiritual. Por lo cual, la tarea de un buen amante es encontrar, de manera creativa, las formas de reflejar esa energía sexual en su pareja. Entre ellas:

1. Ser imaginativo y ameno. Debe ser capaz de inventar escenarios nuevos; situaciones y fantasías variadas que desarrollen y permitan la atracción y sensualidad, en vez de la rutina tradicional.

2. Que se cuide por dentro y por fuera. Si un hombre se descuida, tarde o temprano dejará de ser atractivo y satisfactorio su desempeño sexual; además, reflejará una falta de atención a otros aspectos de la relación. Por lo cual, lo ideal es siempre buscar mantenerse en forma, una buena alimentación y actividades que estimulen su desarrollo personal, Lo cual, a su vez, podrá compartir y estimular a su pareja para crecer juntos.

3. Ser respetuoso y cariñoso. Que la mujer se sienta respetada es fundamental para infundirle confianza y satisfacción sexual, mantener su libido y llegar a disfrutar un orgasmo. Una actitud cariñosa, de manera constante y no enfocada a la sexualidad, permite a la mujer abrirse a nuevas experiencias pasionales más profundas y a incrementar sus fantasías.

4. Hábil para las caricias y sexo oral. Posiblemente se trate del aspecto más importante en un buen amante, de acuerdo a las propias mujeres. Aprender a besar adecuadamente, acariciar más de una zona erógena, y saber estimular el clítoris, es un verdadero arte que pocos conocen.

5. Sepa administrar su energía. Aunque un hombre pueda tener una gran potencia, debe cuidar su energía y saberse administrar y lograr el placer de la mujer, sin que necesariamente también él deba eyacular. Hacer el amor sin eyacular es posible y aporta muchas ventajas para un mejor desempeño.

Para ello, no hay recetas ni tips eficaces; lo que da mejores resultados sin duda es despertar en una mujer su propia conciencia sexual. Darles a notar que ellas mismas son las responsables de su placer y satisfacción. Estimular ante todo su mente y espíritu.

 

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