Síndrome de la imagen corporal

Henry Head fue el primer hombre que escribió sobre el fenómeno de las lesiones cerebrales, y la neuropatología que podría alterar la representación del propio cuerpo y de las funciones corporales en el cerebro. Destacó que estas alteraciones podrían distorsionar el reconocimiento del propio cuerpo, la localización y función de sus partes y regiones.

Con el tiempo la imagen corporal ha creado su propia existencia, independientemente del esquema corporal que una persona tenga. Puede ser precisa en el sentido de ser aceptada por otras personas como consistente con la propia concepción de la apariencia, o puede ser absurda y obsesiva.

La intensidad de un síndrome de la imagen corporal puede ser benigna o maligna, tanto así que pueda inclusive resultar en una auto amputación genital.

Las manifestaciones más virulentas del síndrome de la imagen corporal pueden llegar a caracterizarse por una psicosis no atribuible a la esquizofrenia ni a la psicosis bipolar. Pueden presentarse también como neurosis, sin embargo la demarcación sobre el grado de disforia (disgusto) de la imagen corporal experimentada por el paciente es casi imposible de medir debido a la subjetividad del estado mental.

El criterio más confiable para detectarlo es analizando el grado en el que el síndrome de la imagen corporal incapacita al paciente para realizar las rutinas diarias y responsabilidades de la vida.

Una cirugía para hacer más estética la naríz o la perforación de un pezón por cuestiones estéticas no obedecen a este tipo de síndrome, sin embargo una cirugía de reasignación sexual corresponde al síndrome, ya que la imagen desarrollada del paciente es discordante con el sexo natal.

Existe la posibilidad de que una imagen corporal discordante con la psique integral puede no conllevar a una cirugía, sino a un aproximación más cercana al tipo corporal idealizado de miembros del propio sexo natal, que normalmente son reconocidos como íconos sexuales. Aunque esta fijación en lograr el ideal sea imposible de lograr y el paciente se autocondene a una vida de celibato y sin amor.

Actualmente no existen criterios fijos o pruebas para el diagnóstico de un síndrome sexológico de la imagen corporal, sin embargo si una lista informal de indicadores a través de los años que pueden ser útiles como guía preliminar. 

Fuente: John Money del John Hopkins University a través del Instituto Mexicano de Sexología, IMESEX.