Sífilis se detecta con prueba de sangre

Por: Karla T.

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. Se le conoce como “la gran imitadora”, porque muchos de sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otras enfermedades y porque muchas personas que la padecen no presentan manifestaciones durante años; sin embargo, enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan oportunamente.

 

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, uno de los institutos de referencia en el tratamiento de estos padecimientos, la sífilis se contagia de una persona a otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto.

 

También pueden aparecer en los labios y la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales, y no se propaga por el contacto con excusados, llaves del agua o manijas de las puertas, albercas, tinas normales o de hidromasaje, ni por compartir ropa o cubiertos.

 

Algunos médicos pueden diagnosticar esta ETS mediante el análisis de una muestra líquida del chancro (la úlcera infecciosa) en un microscopio especial llamado de campo oscuro. Otra manera de determinar si se tiene la enfermedad es mediante un análisis de sangre: poco después de que una persona se infecta comienza a producir anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante una prueba de sangre segura, precisa y económica.

 

El cuerpo presentará niveles bajos de anticuerpos en la sangre durante meses, o incluso años, después de que se haya completado el tratamiento de la enfermedad. Dado que la sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, es imperativo hacerse un análisis de sangre para detectarla.

Signos y síntomas

La manera más segura para evitar contraer una ETS, como la sífilis, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama, con una pareja que se haya hecho las pruebas y que se sabe no tiene ninguna infección. Abstenerse de consumir alcohol y drogas puede también ayudar a evitar la transmisión, ya que estas actividades pueden llevar a una conducta sexual peligrosa. 

 

Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas que hayan estado cubiertas o protegidas con un condón de látex, así como en áreas que no estuvieron cubiertas durante la relación sexual. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer sífilis, herpes genitales y chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto se encuentra cubierta.