Sexting vs salud sexual

Por: Janet T.

El sexting es una práctica cada vez más común entre jóvenes y adolescentes que, aprovechando la tecnología digital de sus teléfonos con cámara, se toman a sí mismos en posiciones eróticas o semisexuales para mostrarlas en la web o para enviarlas como un lindo regalo a sus parejas.

 


La práctica del sexting va en aumento: según la reciente encuesta de “Proceedings of the National Academy Science” en Estados Unidos 30% de los adolescentes reconoce haberse tomado fotos desnudos y enviarlas por teléfono móvil o correo electrónico; esta misma encuesta revela que 58% de los adolescentes había recibido una petición de una fotografía suya en la que aparecieran desnudos, mientras 27% reconoció haber hecho la petición.


El sexting puede parecer una práctica inofensiva que sólo involucra a la pareja enamorada, sin embargo las imágenes seductoras pueden convertirse en un medio de extorsión, de bullying escolar o también pueden comercializarse en páginas de pornografía infantil.

 


Pero el sexting no sólo tiene como víctima a la persona que se muestra en las imágenes, ya que la mayoría de los sexters son mujeres menores de edad sus padres o tutores pueden ser acusados de creación de pornografía infantil o ser extorsionados por personas malintencionadas que amenacen con mostrar las imágenes en las redes sociales o en otro medio público, dañando la reputación de la menor.


Ante el sexting sólo hay una recomendación: No producirlo. A pesar de que muchos sitios web lo promueven, así como revistas o amistades, el sexting es una práctica peligrosa que puede afectar la integridad de las personas que lo producen.

 

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