Sexo, algo más que control natal

Cuando se busca promover la salud sexual de la población, no basta hablar de control natal. Este concepto ha cambiado desde hace años; anteriormente se relacionaba con la reproducción, ahora las personas tienen más claro que la sexualidad no solo es para reproducirse, sino que es una característica de los seres biológicos y parte de una actividad permanente del ser humano durante toda su vida.

Ha habido un avance importante en la forma en cómo las personas se relacionan en términos de su sexualidad y esto implica un cambio en el área educativa.

Hoy empieza a entenderse como un componente afectivo importante en términos del bienestar de la población; esto significa que la gente que tiene una sexualidad sana es más feliz y vive de manera más plena”, aseguró Carmen Soler Claudín, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
 

La investigadora explicó que conceptualmente ha habido un cambio importante en la última década en materia de educación sexual, ya que han ocurrido muchos fenómenos sociales, como la epidemia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que han forzado a las sociedades a hablar de sexualidad de una manera más abierta.

En materia de salud sexual, uno de los errores que se ha tenido, de acuerdo con la doctora Soler Claudín, es pensar que dar información a los jóvenes los motivará a tener relaciones sexuales.
 

Al inicio de la epidemia del VIH se decía que si les explicábamos el uso del condón, iban a tener una actividad sexual activa y sobre todo, a una edad más temprana. Pero se hicieron estudios formales que demostraron lo contrario.

“Los jóvenes más informados buscan otras formas de expresión de su sexualidad antes de llegar a las relaciones coitales, a diferencia de quienes tienen menos información. Quienes no la tienen, experimentan por curiosidad hasta el último nivel de la relación.

Sin embargo, cuando están informados aprenden diferentes formas de relacionarse con otros jóvenes y que es una decisión particular tener o no relaciones coitales”, dijo la especialista.
 

Brindar información sobre sexualidad es una responsabilidad que tiene que ser compartida entre la familia, el sistema educativo, el de salud y hasta el religioso, agregó la investigadora, quien además es asesora en el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA).

Lo importante es dar información antes de que se presenten problemas como  embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual como el VIH. Lo ideal es dar a los niños información desde la primaria y empezarles a hablar de sexualidad de una manera más natural.

Soler Claudín destacó que un problema que enfrentan los adultos es no saber cómo hablar de estos temas con sus hijos; ya que existen pocas políticas públicas en torno a la educación sexual, además de que los libros de texto gratuito tienen poca información al respecto.

No obstante, señaló que actualmente la mayoría de las personas tiene un conocimiento básico de lo que es la anticoncepción y el VIH.

De ahí la importancia de brindar mayor información a los jóvenes, lo cual se verá reflejado en una disminución del gasto público por problemáticas sociales como los embarazos no planificados o la atención médica por enfermedades como el sida.