¿Por qué atraen las femme fatale?

Cuando pensamos en el concepto de femme fatale vienen a nuestra mente imágenes de actrices que han encarnado a la perfección este concepto. Una de ellas es, sin duda alguna, Sharon Stone, quien se convirtió en una de las mujeres más deseadas de la década de los 90 gracias a su papel en la película "Bajos instintos", dirigida por  Paul Verhoeven.
 

En este filme, Stone interpretaba a Catherine Tramell, una mujer de carácter narcisista y sicótico, de fuerte personalidad y una potencia erótica inimaginable.

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Un estudio sobre la personalidad oscura

El poder de atracción de Tramell llevó a un grupo de investigadores de la Universidad de Washington a estudiar si ese tópico cinematográfico de que a las mujeres les gustan los chicos malos y los hombres pierden la cabeza por las femme fatale era solo un mito o tenía algo de cierto. Sus conclusiones demostraron hasta qué punto una "personalidad oscura" resulta más atractiva físicamente.

Nicholas Holtzman y Michael Strube, los autores de esta investigación publicada en la revista Scientific American, se plantearon demostrar si aquellas personas con rasgos como el narcisismo, la sicopatía o el maquiavelismo, a los que denominan en su estudio "la tríada oscura", son más atractivos.
 

Para ello, realizaron una investigación en la que participaron 111 estudiantes que fueron fotografiados con la ropa, el peinado y el maquillaje con el que llegaron al laboratorio. Después de tomar esta instantánea, Holtzman y Strube vistieron a todos los jóvenes con la misma ropa, un pantalón gris y una camiseta, y pidieron a las mujeres que se desmaquillasen y recogiesen el pelo para realizar una nueva fotografía.

Las imágenes del antes y del después fueron mostradas a un grupo de extraños que se encargó de evaluar el grado atractivo de cada sujeto.
 

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  Conclusiones de la investigación

Los investigadores compararon los resultados de ambas fotos y obtuvieron la siguiente conclusión: a que aquellas personas cuya personalidad podía identificarse con "la tríada oscura" eran considerados más atractivos cuando llevaban su propia ropa y maquillaje, pero perdían su encanto al despojarse de ella .

Holtzman y Strube demuestran con este estudio que aquellas personas que tienen una "personalidad oscura" no son más atractivas que el resto, simplemente son capaces de parecerlo gracias a su capacidad de impresionar.
 

Con esto, determinaron los estudiosos, podemos decirle adiós a la femme fatale.