Estimulación prostática, por salud y por placer

Por: Guadalupe Jiménez Juárez

Profesionales de la sexualidad han abierto el debate, pues dicen que también los hombres cuentan con un punto G que les proporciona un sinnúmero de sensaciones placenteras. ¿Será mito o realidad?

 

A diferencia del punto G femenino, que es una concentración nerviosa ubicada en el primer tercio de la vagina, el masculino se refiere a la próstata, que es parte del aparato genitourinario y que tiene forma de castaña.

 

La próstata contiene células que producen parte del líquido seminal, que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen. Si se estimula adecuadamente, puede producir placer y sensaciones que llevan al hombre a experimentar una forma diferente de eyaculación.

  ¿Cómo lograrlo?

 

Cuando el hombre estimula su pene de forma directa, ya sea manual o por penetración vaginal o anal, la salida del semen es espasmódica.

 

En el caso de la estimulación de la glándula prostática, la emisión es distinta y se le conoce como de “fuente” porque se desborda por el orificio uretral de forma continua. Esa es la diferencia entre una y otra eyaculación.

 

Por el contrario, de acuerdo estudios del Centro de Salud de la Universidad de Alberta, Canadá; no hay pruebas científicas de un punto G masculino como tal, pero sí se sabe que hay zonas masculinas erógenas que brindan mayor placer, como ciertas partes del escroto y la piel entre el pene y ano.

 

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