Del dolor al placer…

Algunas mujeres consideran a los encuentros íntimos como una tortura más que un placer, debido a una incorrecta lubricación en la zona genital; sin embargo, este dolor desaparece con diferentes tipos de lubricantes vaginales.

De acuerdo con el portal TuGuíaSexual.com, para tener una sexualidad placentera, sin molestias, debes escoger el lubricante vaginal adecuado, es decir que no dañe tu salud y que sea fácil de eliminar.

  ¡Conócelos!

A base de agua. Este tipo de lubricante es el más utilizado, porque se limpia fácilmente,  no mancha y es seguro para utilizarlo con el condón. Incluso, existen algunos con sabores y aromas que no causan irritación.

Con aceite. Para su elaboración se utilizan grasas vegetales (maíz, oliva, manteca y derivados de plantas y granos), por lo que pueden ocasionar manchas en las telas, y son muy difíciles de limpiar. Además, pueden dañar el látex del condón o diafragma.

De petróleo. Son los que no se deben utilizar para las relaciones sexuales. ¡Evítalos! Están elaborados a base de gelatina de petróleo, aceite mineral o petrolato, un ejemplo son la vaselina, el aceite para bebé. Pueden causar irritación en la vagina y causar cambios en el ph de la zona, lo que detona infecciones.

Existen otro tipo de lubricantes vaginales que se utilizan en los consultorios médicos para realizar diferentes exámenes ginecológicos, para reducir las molestias ocasionadas por los instrumentos.

El principal objetivo de los lubricantes vaginales es ayudar a las mujeres a disfrutar del sexo de una forma placentera y evitar los dolores que pudiera ocasionar el encuentro. Habla con tu pareja y encuentren juntos una solución para superar el dolor y encontrar el placer. Y tú, ¿has utilizado algún lubricante vaginal?