Compulsión por la excitación sexual y el orgasmo

La misma adicción que experimenta un alcohólico, otros la padecen pero no por la urgencia de necesitar un tequila, sino por la urgencia de mantener relaciones sexuales, masturbarse o ver pornografía.

Ana Catarina Bezerra, ganó un juicio recientemente en Brasil, que le permitirá masturbarse en sus oficinas de trabajo y poder ver material pornográfico ya que sufre de una enfermedad poco conocida llamada “compulsión orgásmica”. La compulsión altera químicamente la corteza cerebral causando que la persona busque un orgasmo para satisfacer un estado de ansiedad.

La Organización Mundial de la Salud define como adicción a “una relación patológica que puede alterar el estado de ánimo de la persona o que cause daños al individuo y/o a terceros". Por lo que bajo ese criterio, la compulsión por la excitación sexual o el orgasmo podría volverse adictivo, aunque la OMS no la reconoce como tal.

Sea o no una adicción, los pensamientos sexuales o acciones que generan estrés o problemas deben de tratarse con un profesional.

Las personas que tienen dificultad para controlar su conducta sexual pueden negarlo o ignorar el problema, especialmente en comportamientos compulsivos, ya que el cuerpo los usa para lidiar con el estrés.

La gente con compulsión o adicción sexual puede requerir una mayor estimulación con el tiempo para sentirse satisfechos, por lo que pueden exponerse a mayores riesgos que comprometan su salud, su trabajo o sus relaciones personales.

Existen tratamientos clínicos o terapéuticos para este tipo de problemáticas, por lo que si sospechas que necesitas ayuda, busca la ayuda de un profesional para un tratamiento personalizado y óptimo.

Fuente: Publimetro y SexualHealth.com