Caricias despiertan las zonas erógenas

Algunas zonas erógenas “dormidas” pueden despertarse con la práctica

Por costumbre o por inhibiciones personales, cada persona tiene más desarrollada la sensibilidad de ciertas partes del cuerpo

En el cuerpo unas áreas son más receptivas a las estimulaciones eróticas que otras

Una piel que acaricia y es acariciada se transforma en una antena sensorial que es susceptible de dar y recibir placer

La epidermis tiene muchas terminaciones nerviosas y la dermis registra la sensibilidad táctil, el frío y la presión