8 factores de la inestabilidad emocional
Por: Mariana Peña
Por: Mariana Peña
La inestabilidad emocional es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la variación de los sentimientos y de los estados emotivos, así como por los altibajos del ánimo sin motivo o por causas insignificantes. Aunque la famosa aria de la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi, afirme que “la mujer es voluble” (La Donna è mobile), se trata de un asunto que afecta también a los hombres.
Una de las características de los inestables es que les cuesta trabajo separar las diferentes parcelas de su vida. Si tienen conflictos familiares, los trasladan a la pareja, el trabajo o los amigos, con lo que se generan nuevos problemas. Suelen ser dependientes e inseguros. Como necesitan apoyarse en muchos pilares, en cuanto uno falla, se ven asaltados por un sentimiento destructivo que irradia hacia otros ámbitos de su vida. Los inestables tienen, por tanto, un bajo umbral de tolerancia a las frustraciones y pocos recursos internos para saber perder.
Las emociones como péndulo
Dicen los expertos, como el psicólogo Robert Plutchik, profesor emérito del Albert Einstein College of Medicine (Estados Unidos), que las emociones son como los colores: hay tantos matices como mezclas de los básicos. Plutchik distingue ocho emociones básicas: aceptación, ira, expectación, rechazo, temor, alegría, tristeza y sorpresa.
La diferencia entre las personas estables y las inestables es la facilidad con que estas últimas oscilan entre la alegría y la tristeza, el temor y la expectación, la aceptación y el rechazo, la sorpresa y la ira. Los cambios de ánimo pueden ser radicales, lo que provoca un efecto de retroalimentación: la fluctuación continua les conduce a la ansiedad, por lo que huyen de lo que les perturba.
Plutchik señala tres que son también causa de que las personas no maduren con la edad.