La prodigiosa manzanilla cura y embellece

Por: Samuel Arroyo

Se le conoce como camomilla común o romana, su nombre científico es Chamaemelun Nobile, y no es más que una delicada flor, de pétalos blancos y un gran centro amarillo a la que se le llama manzanilla. Es una hierba europea que tiene múltiples usos medicinales y cosméticos, ya que lo mismo funciona para aliviar un dolor de estómago que para aclarar el cabello.

 

Muchos son los beneficios de la manzanilla, empezando por sus cualidades desinflamatorias (reduce la hinchazón de los ojos, por ejemplo) y diuréticas (ayuda a perder peso y controlar la ansiedad).

 

Tiene propiedades bactericidas: contribuye a cicatrizar mejor y es útil para hacer gárgaras, así como para combatir la inflamación de encías y garganta. Dado que la manzanilla es eficaz en los procesos digestivos, algunos especialistas opinan que también es ideal para aliviar las molestias causadas por las hemorroides.

 

En el mundo de la cosmética natural, la manzanilla o camomila embellece la piel y aclara y tonifica el pelo.

 

Contraindicaciones de la manzanilla

 

 

A pesar de su popularidad, esta pequeña flor no está exenta de efectos secundarios y algunas contraindicaciones en determinadas circunstancias y para ciertos individuos. Es posible que muchas personas presenten reacciones alérgicas y, en casos específicos, sus propiedades sedativas pueden causar somnolencia en las personas que conducen vehículos.

 

Grandes dosis de manzanilla pueden provocar vómitos y en pacientes que tienen riesgo de sufrir hemorragias, no es recomendable su consumo. Tampoco es aconsejable su uso durante el embarazo y la lactancia. De hecho, si se está tomando cierto tipo de medicamentos como anticoagulantes, antiinflamatorios o barbitúricos, es oportuno consultar con el médico la conveniencia o no de utilizar la manzanilla.

 

Generosa, útil y saludable. Desintoxicante, antiespasmódica y analgésica. La manzanilla es todo eso y más, pero con medida y conociendo sus propiedades y efectos adversos.