Cuando se es alcohólico, lo de menos es la cruda

Por: Myrrha Yglesias

Entre la sintomatología que puede identificar al alcoholismo, está la necesidad diaria o frecuente de beber para obtener una sensación de satisfacción o un motivo para realizar las tareas cotidianas.

 

Aquellos que están desarrollando en su organismo la dependencia al alcohol, presentan diversos patrones de conducta. Buscan excusas para beber o simplemente lo hacen en solitario; procuran evadir el tema o se muestran hostiles, y llevado a los extremos, incluso puede degenerar en violencia, episodios que después no recordarán.

 

Más allá de las náuseas, vómito, dolor abdominal o calambres, de la confusión el insomnio, los temblores o el entorpecimiento, el alcoholismo deteriora las relaciones social y familiares de la persona, e incide en su responsabilidad laboral, en la que seguramente ha presentado ausentismo.

 

 

Otros síntomas a observar

 

 

  • Tolerancia de los efectos del alcohol
  • Pérdida de control con incapacidad de interrumpir o reducir el consumo de alcohol
  • Vacilación por las mañanas
  • Enrojecimiento y capilares de la cara dilatados (especialmente en la nariz)
  • Temblores e incontroladas sacudidas del cuerpo
  • Cansancio y agitación
  • Pérdida de apetito e intolerancia a toda la comida
  • Alucinaciones
  • Taquicardia
  • Sudores
  • Convulsiones
  • Problemas en la lengua

 

Los programas de tratamiento tienen diferentes resultados, pero mucha gente con una dependencia al alcohol tiene altas posibilidades de una completa recuperación.