Terapias alternativas para tratar la epilepsia

Como ocurre con todas las enfermedades y trastornos de salud, sólo un médico puede diagnosticar y prescribir un tratamiento. Es irresponsable, automedicarse o acudir a personas sin conocimientos ni escrúpulos que prometen una solución fácil y rápida a un padecimiento que, si no se trata adecuadamente, puede infligir severos daños al organismo.

En este sentido, el Programa Prioritario de Epilepsia (PPE) del Sector Salud (creado en 1984), destaca que “la falta de comunicación cercana con el paciente y su núcleo, cooperan en muchos casos, a que se busque ayuda en instancias no médicas. Algunas de ellas pueden ser "colaborativas" con los tratamientos reconocidos, pero otras pueden ser contraproducentes y aún dañinas, especialmente si dejan de lado el manejo racional farmacológico del enfermo”.

Tratamientos alternativos para la epilepsia

En el caso de la epilepsia, utilizar terapias de medicina alternativa puede ser recomendable siempre y cuando se recurra a ellas como una forma complementaria al manejo farmacológico, nunca en lugar de. Se ha comprobado, agrega el PPE, que cuando un paciente decide abandonar el método convencional, suele regresar nuevamente al médico pero “en situación precaria por descontrol de su epilepsia, en muchas ocasiones en mal estado, y no en pocas, con complicaciones graves, que pueden ser mortales”.

El yoga ayuda a controlar las crisis

Existen terapias alternativas que pueden resultar útiles, por ejemplo, practicar el yoga favorece el control de las crisis epilépticas y mejorar, en gran medida, la calidad de vida de los pacientes. La acupuntura ha sido empleada sobre todo para tratar epilepsias crónicas; un estudio realizado en Noruega con personas que padecían formas crónicas no controladas, demostró un aumento ligero de días libres de crisis. Otra alternativa que ha demostrado su eficacia en algunos casos de epilepsia, sobre todo refractaria, es la dieta cetogénica, alta en grasas y baja en proteínas y carbohidratos. Sin embargo, tiene efectos secundarios los cuales deben ser informados al médico que la utiliza ya que, a pesar de que aproximadamente 50 % de los niños sometidos a dicha dieta mantienen una disminución de 50 % de sus crisis después de un año, debe llevarse a cabo un monitoreo muy cercano, así como un riguroso cuidado nutricional debido a que en 5.8% de los niños se ha detectado cálculos renales y lípidos. Finalmente, los remedios con hierbas de la medicina tradicional mexicana, aunados a tratamientos reconocidos, pueden brindar mayor efectividad al tratamiento farmacológico.