Las bayas felices: el Goji

En las cordilleras del Himalaya, el Tibet y Mongolia las conocen desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, es un alimento novedoso para la mayoría de los occidentales. Se asemejan a pequeñas cerezas desecadas, de un color rojo intenso y con un sabor entre arándano y cereza. A simple vista no dicen nada, pero en su interior guardan un verdadero tesoro. Son las bayas de Goji.

Esta pequeña fruta aporta una gran cantidad de nutrientes: vitamina C (con una concentración mayor que cualquier otra fruta conocida) así como vitaminas A, B, B2, B6 y E. Aún más: las bayas de Goji son mejor conocidas por sus poderosos antioxidantes.

¿Será por ésto que los hunzas, habitantes de los valles de la cordillera del Himalaya, son conocidos por ser el pueblo más sano, longevo y feliz del planeta? O, ¿será por sus enormes propiedades nutricionales y terapéuticas que en Asia Central son celebradas cada año y durante dos semanas, con una fiesta en su honor?

Para recuperar la energía vital

Lo cierto es que en la medicina tradicional china, las bayas de Goji o bayas felices se utilizan para recuperar el “chi” o la energía vital. Este pequeño fruto crece salvajemente en arbustos que se extienden en altitudes superiores a los 4 mil metros. Son secadas al sol de forma natural y en climas extremos, a 40º grados bajo cero en invierno y en verano a más de 30º. Estas condiciones le otorgan su riqueza nutricional.

Comer a diario entre 20 y 40 bayas permite reforzar el sistema inmunológico e incrementar la energía; protegen el corazón, el hígado y los riñones; mejoran la vista y regulan el apetito y el sueño.

La medicina china utiliza las bayas de Goji para minimizar los síntomas de la menopausia y optimizar la memoria y la habilidad de recordar.

Solas o acompañando a otros alimentos como el cereal del desayuno, con yogur o en jugos de frutas o bebidas vegetales, las pequeñas bayas de Goji son tan versátiles que pueden formar parte de distintas recetas.

En muchos países europeos ya se venden hasta en los mercados; en México se pueden encontrar en tiendas especializadas en nutrición, ya sea en bayas, en jugos o en cápsulas de extracto.