Una segunda oportunidad ¿funciona?

Una de los temas polémicos en una relación, tras una experiencia de dolor o deslealtad, es perdonar y seguir juntos, pero ¿realmente funciona una segunda oportunidad?

  ¿Conviene darla?

Algunas relaciones terminan por las razones equivocadas, aunque si se deben juzgarse situaciones que no deberían aceptarse, pero sí hay razones que vale la pena reconsiderar para que esa relación no se pierda.

Cuando se aman, comparten los mismos valores y creen que pueden compartir su vida en armonía, dejando los rencores y reproches, es señal de que una segunda oportunidad funcionaría”, señala Nina Atwood, terapeuta y autora de Temptations of the Single Girl.

Además del amor, es importante volver a construir la confianza. Lo que se trata es de tener la seguridad de que ambos se comprometen a que pueden superar las diferencias, de que hubo errores pero se pueden corregir. Quizá lo conviene sea una terapia.

Lucy Serrano, sicóloga y terapeuta individual autora de El Precio del Amor, aconseja que si tienes dudas acerca de darle una segunda oportunidad a tu pareja, analiza estas claves en un tiempo razonable.

1. Haz consciencia de que hubo un problema y que algo no estuvo bien. Al reflexionar sabrás distinguir en el dolor emocional que te produce y lo dispuesta que estás a sobrellevarlo.

2. Observa en tu pareja el deseo genuino y su convicción de cambiar. Aunque puede ser difícil, esto podría ser garantía de que su actitud y decisiones no dañen la relación.

3. Tener paciencia y persistencia de que los cambios no se producen de la noche a la mañana, es todo un proceso en que vas a poner a prueba el amor y deseo de permanecer a su lado.

4. Mantener una motivación que sea la chispa que impulse al cambio. Es una especie de “premio” o beneficio para saber si seguir o no.

Lucy Serrano advierte tener cuidado, pues hay quienes a través del chantaje y la manipulación desean convencer de que continúes porque obtienen alguna ventaja.

El otro caso es cuando la persona desea cambiar sinceramente, tiene la voluntad y convicción, aunque el cambio no necesariamente se produce.

Es cierto que todos merecemos una segunda oportunidad, pero no una cuarta o quinta, de lo contrario se convertirá en algo enfermizo. Una relación se valora, se cuida. No desperdicies tu vida bajo la falsa premisa del “cambio”. 

Una segunda oportunidad sí puede funcionar cuando ambos establecen un compromiso leal y sincero; construyen a diario la confianza y todavía sienten amor y deseo.