¿Tu corazón puede percibir olores?
POR: J. Manuel Reyes
Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.
Nuestra nariz no es el único órgano de nuestro cuerpo capaz de percibir olores, sino que el corazón, la sangre y los pulmones también pueden hacerlo debido a que cuentan con receptores olfativos iguales a los de dicho órgano, revela un estudio de la Universidad de Munich, Alemania.
Los resultados de este estudio fueron presentados en una reunión de la American Chemical Society en Nueva Orleans, los cuales sugieren que percibir los olores podría desempeñar un rol mucho más importante para la vida de lo que se pensaba.
De acuerdo con Peter Schieberle, autor principal e investigador de la Universidad, podemos percibir olores con la nariz gracia a sus receptores, sustancias llamadas odorantes, las cuales los traducen a un aroma que interpretamos como agradable o desagradable en el cerebro".
Una vez se consume un alimento, sus componentes pasan del estómago al torrente sanguíneo, explica el especialista, por lo que, a través de un mecanismo todavía no bien definido, subyacen dichos receptores tanto en el corazón, los pulmones y otros órganos no olfativos, los cuales son capaces de percibir los olores y provocar determinadas reacciones.
Los estímulos provenientes del medio ambiente transmiten información a los circuitos procesadores, que son el encéfalo y la médula espinal, en donde se interpretan y se envían las señales hacia los componentes periféricos que mueven el cuerpo.
El sistema nervioso central cuenta con elementos para registrar las sensaciones del entorno, los cuales se conocen como receptores, tales como los olfativos, por ello es importante su presencia en otras partes del cuerpo, más que sólo en la nariz.
El sentido del olfato humano es 10 mil veces más sensible que cualquier otro de nuestros sentidos, y es el único lugar donde el sistema nervioso central está directamente expuesto al ambiente.
Recientes investigaciones indican que el olor estimula el sistema nervioso central, el cual modifica el estado de ánimo, la memoria, las emociones, el sistema inmunitario y el endocrino; repercute en la elección de pareja, e incluso la percepción de ciertos aromas puede indicar algún problema de salud.