Tips contra la pereza cerebral

 De un momento a otro, sencillamente dejamos de entender lo que alguien no explica o frente a un texto, ya sea de una revista o libro, no comprendemos más allá de las primeras líneas, y no es que ignoremos el significado de algunas palabras; lo que puede suceder, en ambos casos, es que estemos experimentando pereza cerebral.

El cerebro trabaja de manera compleja y su funcionamiento es capaz de dilucidar los más complejos conceptos, por lo que, como muchas otras cosas situaciones en la vida, si no tiene actividad podemos lamentar algunas consecuencias.

  ¿Qué hacer para evitarlo?

La doctora Georgina Montemayor, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomienda tomar nota sobre los siguientes consejos, con el fin de sacudirnos esa ingrata pereza cerebral que puede ocasionar que la reflexión, el análisis y la comprensión, sean tareas que etiquetemos tristemente como titánicas.

En lo que respecta a la alimentación, sugiere que:

1. Si por alguna razón –exceso de trabajo o falta de tiempo- dejamos de comer por más de 3 horas, nuestra actividad cerebral se verá afectada, así que hay que evitarlo.

2. Incluyamos en la dieta alimentos que contienen Omegas 3, 6 y 9, los cuales se encuentran en las semillas de chía y calabaza.

3. ¿A quién no le gustan los arándanos? Pues son muy recomendables, así como el consumo de otras frutas ricas en antioxidantes como son las fresas, kiwis y uvas.

Placer + Estimulación

La célebre e incluso trillada frase del poeta romano Décimo Junio Juvenal, ‘Mente sana en cuerpo sano’, es una premisa que vale la pena retomar si aspiramos a no tener pereza cerebral.

Georgina Montemayor, explica que el ejercicio aeróbico, así como disciplinas físicas como el pilates o yoga son ideales, ya que favorecen la oxigenación por medio de una adecuada respiración. 

La práctica de un deporte nos brinda, además de una oleada de endorfinas que significan valiosos momentos de placer, la oportunidad de disminuir nuestros niveles de estrés, así como a darle un cauce a las presiones que podemos tener de manera cotidiana y regular; de este modo nuestro estado de ánimo mejora.

En este mismo sentido, meditar aporta grandes beneficios al cerebro, ya que nos relaja y ayuda a focalizar nuestra atención, y esto es un significativo ejercicio para la mente, como lo es realizar actividades que implican un esfuerzo intelectual para su comprensión, aprendizaje o análisis, como es el conocimiento de un nuevo idioma o entender la literatura de los llamados clásicos. 

La palabra clave es diversidad, no hay que tener prejuicios respecto a qué y cómo elegimos la música, información o el tipo de entretenimiento que consumimos; tan sólo hay que ser cautelosos en evitar sólo consumir aquello que demanda cero esfuerzo, tanto para disfrutarlo como para comprenderlo. “La prudencia empodera tus palabras”Bojorge@teleton.org.mx