¿Suegras que arruinan el Año Nuevo?

No todas las suegras que tienen la dicha de ver a sus hijos con una relación de pareja, dedican un momento a  reflexionar -y no importa si está en la etapa del noviazgo o matrimonio, tiene 20 o 50 años de edad- sobre lo que ellas pueden provocar con comentarios imprudentes cuando están con ellos en la Navidad.

Stpehan B. Poulter, autor de El legado de las Madres, Editorial Urano, explica que cuando una suegra, en Navidad o siempre, mantiene una actitud indiscreta, irrespetuosa y controladora, puede provocar varios efectos secundarios en la pareja, como inseguridad, ira, resentimiento, incluso, generar cierta inestabilidad emocional en entre ambos debido a las comparaciones.

  Bajo la lupa

“La suegra perfeccionista es una mujer excesivamente controladora, aprehensiva y llena de ansiedad”, explica Stpehan B. Poulter y agrega: “Son mujeres impulsadas emocionalmente por la necesidad de mostrarse bien ante los demás y de tener el control definitivo del aspecto que tienen las cosas de su mundo. En la superficie, esta madre parece y actúa como si fuera el centro del universo, como si no tuviera ninguna preocupación visible”.

Es importante pensar sobre el modo en el que se pueden cambiar esas actitudes que traen discordia y problemas al seno familiar, de manera particular en la Navidad, y que pueden resultar un auténtico atentado contra la tranquilidad y la buena convivencia.

Stpehan B. Poulter manifiesta que sí existe el estilo materno positivo, que lejos de atraer como un vigoroso imán la discordia, construye firmes vínculos de afecto y lazos entre cada uno de los integrantes, este estilo es aquél que reside en algunas virtudes fundamentales, emocionales, mentales y psicológicas como:

1. Comprensión
2. Construcción de vínculos seguros
3. Empatía
4. Compasión
5. Presencia emocional

Evitar el juego de las comparaciones superficiales como es la sazón en los platillos, el gusto para la decoración o dedicación para hacer los adornos, hasta temas más profundos y sensibles para todos, puede ser un valioso comienzo para generar un cambio positivo.

Además, este tipo de actitudes benefician no sólo a la relación con las nueras o yernos, también con los hijos, ya que la manera en la que se vinculen con su pareja, es una clara muestra de amor e interés.

Colaboración de Fundación Teletón México. “La empatía: Nos hace vivir el sentir ajeno”. bojorge@teleton.org.mx