Retinopatía diabética, 1a causa de ceguera en México

Debido al acelerado incremento de la diabetes en México, la retinopatía diabética se ha establecido como la primera causa de ceguera no reversible y visión baja en el país, junto con la degeneración macular relacionada con la edad y el glaucoma, lo cual, de acuerdo con la doctora Mildred Fromow, presidenta del Centro Mexicano de Visión Baja, puede incrementarse en los próximos años.

La retinopatía diabética es una de las complicaciones durante la diabetes que daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo; sin embargo, durante su primera etapa no suele presentar síntomas ni signos evidentes, por lo que cerca del 30% de los casi 15 millones de mexicanos con diabetes, no saben que la padecen.

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  Enfermedad silenciosa

En entrevista con Salud180.com, el doctor Francisco G. Martínez Castro, oftalmólogo miembro de la Federación Mexicana de Diabetes y del Programa Visión 20/20 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica que este padecimiento se origina debido a un control inadecuado de los niveles de glucosa en la diabetes, además de que conlleva una carga genética.

Además, debido a que esta enfermedad no presenta síntomas, el optometrista considera imprescindible que todas las personas se realicen exámenes periódicos para asegurar su salud visual, de manera particular aquellas personas que padecen diabetes, a quienes se les realizan pruebas específicas, como el examen de fondo de ojo, entre otras.

Si bien la ceguera es la consecuencia más conocida de la retinopatía diabética, el especialista explica que debido a que se trata de una enfermedad crónica que afecta de manera general la circulación, un paciente puede presentar problemas periféricos como hipertensión, problemas del corazón (ataque cardiaco), así como problemas en el riñón, como la insuficiencia renal, por lo que es necesario realizarse diálisis durante muchos años.

Al respecto, Martínez Castro recomienda acudir cada año con un especialista con la finalidad de prevenir la retinopatía diabética, así como otros problemas de visión asociados, además de que adecuados controles de los niveles elevados de la presión sanguínea, colesterol y glucosa, pueden reducir el riesgo de ceguera no reversible y el resto de sus consecuencias.