Rayos ultravioleta UVA y UVB son diferentes

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La exposición solar excesiva es una severa agresion para la piel
La exposición solar excesiva es una severa agresion para la piel
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Diana Oliva

Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.

18-07-2011

La exposición solar excesiva y sin control a la radiación que proviene del sol, resulta en una severa y permanente agresión para nuestra piel.

 

El sol emite radiaciones electromagnéticas con diferentes longitudes de onda, dentro de éstas encontramos las ondas que forman la porción de la radiaciones ultravioleta (UV) y por su frecuencia se dividen entre los 290 y 400 nm (nanómetros).

 

Cuando nos exponemos al sol nuestra piel cambia de color, debido a que la radiación estimula al cuerpo a auto protegerse y esto lo hace escudándose a través de un mecanismo en el que se produce más melanina (pigmento oscuro) que filtra parte de la radiación minimizando el efecto; es por eso que el color de la piel se oscurece.

La radiación ultravioleta (UV) se divide en dos segmentos diferentes:

  1. UVA: Alcanza totalmente la superficie terrestre; broncean de inmediato, pero su resultado es poco duradero. Tienen la capacidad de atravesar el vidrio y penetran hasta las capas más profundas de la dermis, donde generan radicales libres que provocan alteraciones celulares y causan el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas y falta de elasticidad), además de provocar cáncer.
  2. UVB: Penetran menos que los UVA, pero son más reflejantes; 90% es bloqueada por el ozono y por el oxígeno de la atmósfera y como es más energética resulta más dañina para la biósfera; provoca mayor efecto sobre la piel ya que inicia el efecto rápidamente y después actúa con lentitud lo que le toma un tiempo mas prolongado, dando el tono bronceado de la piel. Es indispensables para la síntesis de vitamina D y se filtran fácilmente con gafas, ropa y filtros solares. Una exposición prolongada deprimen el sistema inmune y la capa córnea del ojo los absorbe. El daño más grave es que quema el tejido y este es similar al que se produce por calor directo, esto es, zonas enrojecidas, despellejamiento, ámpulas, ardor y dolor.

Los UVA combinados con los UVB son la primera causa de melanoma.

 

Para proteger la piel frente a las radiaciones UV se cubre de cremas provistas de protectores solares (fotoprotector); estos se clasifican según su el número de factor.

 

El grado de protección frente a las radiaciones UVA viene determinado por el índice PPD (capacidad de producir pigmentación duradera):

 

 

El grado de protección frente a las radiaciones UVB, conocido como FPS (factor de protección solar) o también llamado IPS (índice de protección solar); se refriere a al capacidad que tiene el producto para filtrar o bloquear el paso de los rayos solares. El grado de FPS nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema (enrojecimiento).

 

 

¿Cómo utilizar correctamente los bloqueadores solares (fotoprotectores)?

  1. Utiliza protectores solares adecuados a tus características físicas (fototipo), y que contengan filtros frente a los rayos UVA y UVB.
  2. Usa la cantidad suficiente, cubriendo toda la superficie corporal. No olvides zonas como las orejas o el cuero cabelludo en el caso de los niños pequeños y calvicie.
  3. Aplica los productos siempre con la piel seca. Si la piel está mojada, las gotas funcionan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras.
  4. Realiza la primera aplicación al menos 30 minutos antes de exponerte al sol.
  5. Durante la exposición solar debes volver a aplicarte bloqueador (fotoprotector) después de cada baño prolongado (más de 20 minutos) o cada 2 horas. Además, es conveniente usar bloqueadores resistentes al agua.

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